miércoles, 22 de enero de 2014

El decálogo para emular a Christian Grey de manera segura (y muy placentera)

Las novelas de la saga 50 sombras de Grey no solo han creado todo un fenómeno literario.

Foto airows.com
Foto airows.com

También han despertado en mucha gente un una curiosidad que nunca antes se hubieran planteado: ¿y si nos atrevemos con el sadomaso? Esta práctica, junto con el bondage, son habituales en estos libros, y también en la vida real. Pero no por muy curioso que se sienta el lector se debe lanzar de lleno a probarlas alegremente; el desconocimiento y la falta de pericia pueden tener consecuencias nefastas. Y no por muy sencillo que parezca todo para Grey y compañía debemos olvidar que se trata de ficción, por lo que la fantasía y la imaginación también aderezan esas sesiones de sexo.

Como toda nueva experiencia, entraña algunos riesgos. Recordemos que se trata de actividades que implican sumisión y experimentación con el dolor (el sentir dolor genera endorfinas por lo que, si se combina con el placer, la combinación puede ser explosiva) con lo que si no tenemos unas nociones básicas lo que es un juego divertido puede terminar como un completo desastre.

Con estos 10 consejos encontrarás un decálogo soft para principiantes en el mundo del bondage/sadomaso (BDSM).

1. No te lances al BDSM con alguien que acabas de conocer. Si hay algo que requiere esta práctica es confianza para sentirse cómodo y poder decir sin timidez hasta dónde quieres llegar. Por muy experta que parezca la otra persona, procura iniciarte en este mundo con alguien con quien hayas mantenido algún tipo de relación previa.

2. Empieza de forma gradual. Es decir, en tu primera sesión de BDSM no hace falta que que te pongas un traje de látex y azotes en el trasero a tu pareja hasta la extenuación. Puedes empezar, por ejemplo, con pequeños azotes, pellizcos, suaves mordiscos o tirones de pelo para ver cómo reacciona tu compañero. Como afirman Em y Lo, autoras del libro 150 Shades of play: a beginner’s guide to kink y conscientes de los riesgos que corren muchos fans de Grey al intentar emularle a lo loco, “cuando se trata de dolor y juego hay también muchos asuntos de seguridad en juego. Pero no todo surge de manera natural, hay una curva de aprendizaje“.

3. Utiliza herramientas y utensilios de los que sea fácil deshacerse. Como en el punto anterior, no es necesario empezar con un látigo de dominatrix. Para un principiante en bondaje, por ejemplo, se recomiendan ligaduras que se puedan romper como cadenas muy finas, cintas de papel. También que no hagan demasiado daño como las esposas forradas de peluche.

4. Acordad una palabra segura. Antes de empezar el juego es muy importante crear una contraseña, una palabra fácil de recordar y sobre la cual estéis los dos de acuerdo. ¿Para qué? Para detener la práctica siempre que uno de los dos lo desee. Es como una contraseña que significa ‘no quiero más’ y que el otro deberá respetar sin pensárselo.

5. ¡Nada al cuello! Deja el bondage para las extremidades y no para el cuello; tampoco introduzcas nada en la boca. Queremos disfrutar, no practicar la asfixia.

6. No te vayas a un sitio recóndito a tener tu primera experiencia BDSM. Por muy romántico y excitante que te parezca esa cabaña desierta, no es el lugar adecuado para debutar en estas prácticas. Mejor un sitio de fácil acceso por si cualquier cosa saliera mal y se necesitase algún tipo de ayuda.

7. Siempre al lado de tu compañero. El sujeto activo del bondage no dejará atado a su pareja y se marchará dejándole solo. Esto puede ser peligroso en caso de que se quisiera desatar y no pudiera. Además, ¿qué tiene de excitante dejar a alguien inmovilizado y marcharte?

8. Nada de drogas ni alcohol. Cualquier estimulante puede resultar bastante dañino cuando no se es un experto en BDSM: la euforia te puede llevar a sobrepasarte o a no controlar tus propios límites, es más fácil perder el control… Además, se disfruta mucho más del sexo en un estado sobrio.

9. Seguridad extra. Que no falten en tu sesión BDSM preservativos y lubricante. ¿O acaso pensabas que con cuatro azotes lo tenías todo hecho? No solo sigue siendo importantísimo prevenir las enfermedades de transmisión sexual sino que un extra de lubricación puede ser necesario cuando se está experimentando con una práctica que no se conoce bien.

10. No te dejes presionar. No es no. Si tu compañero intenta manipularte para llegar más allá y a ti no te apetece, por mucho que te prometa que te va a encantar tu negativa es lo que cuenta. Que nadie te presione para una práctica de riesgo como ésta; tú tienes que tener siempre la última palabra sobre hasta dónde llegar.

Por Ana Serrano

Fuente: glamour.es

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