Si pensabais que ya lo habíais visto todo en la vida, vais muy
equivocados. Conversando esta mañana con mi apreciado amigo periodista
Javier Milán (cuya entrevista en este blog seguro que algunos
recordaréis), me ha puesto sobre la pista de lo último que circula por
las redacciones: la aplicación de Facebook “Bang with friends”. ¿Qué
narices es esto? Os estaréis preguntando, pues bien os lo explico.
Como ya he mencionado “Bang with Friends” es una aplicación de
Facebook que funciona de la siguiente manera: os instaláis la
aplicación, a continuación sale la lista de todos vuestros amigos de
Facebook y podéis marcar con quienes de ellos tendríais sexo. En
principio la cosa se queda así, una señal y discreción hasta…. Que la
otra persona también instala la aplicación y también te marca a ti.
En este caso, la propia aplicación os envía una notificación y ¡ya
sabéis que uno queréis sexo con el otro! Es perfecta para las personas
tímidas que no se atreven a dar el paso de decirle a alguien:
- ¡Me pones y quiero follar contigo!
¿Qué pasa en el caso de que la otra persona no te marque o no instale
“Bang with friends”? Simplemente no pasa nada, la aplicación guardará
confidencialmente tu deseo y la otra persona no se enterará.
Como decía anteriormente, esta aplicación es ideal para esas personas
que por timidez no se atreven a decirle cuanto le desea a esa persona, y
también perfecta para esas personas que tienen miedo al rechazo, que
con esta opción solo hay dos caminos: ser aceptados o que la otra
persona no se entere, por tanto, no hay rechazo.
¿Qué tenéis más de una persona que llevaríais a 3 metros sobre el
cielo? No os preocupéis, gracias a “Bang with friends” podéis marcar
incluso a más de 15 personas con las que desearíais tener uno (o varios)
momentos de placer.
Un par de datos: para desgracia de algunos esta aplicación por
defecto nos presupone a todos heterosexuales, es decir, sólo nos salen
las personas del sexo contrario. Y este dato le va a encantar a los
chicos, según un estudio hay un 9% más de chicas que de chicos en
Facebook, así que las posibilidades aumentan.
Pues lo dicho, si queréis sexo e ir con pies seguros… “Bang with
friends”, pero si buscáis encontrar al amor de vuestra vida, mejor
buscarlo por otra vía.
¡Suerte y a disfrutar del sexo!
sábado, 31 de mayo de 2014
viernes, 30 de mayo de 2014
Como satisfacer a una mujer
Me dispongo a escribir este post a instancia de una consulta que me
ha realizado una persona a la cual aprecio bastante. En anteriores posts
he ido dejando ideas dispersas de como dejar satisfecha a una mujer,
quizás es el momento de reunirlas todas en un sólo post.
Satisfacer a una mujer no es tan sencillo como parece, no sólo por una cuestión fisiológica sino porque la mayoría de hombres, me aventuro a cifrarlos en un 90%, basan las relaciones sexuales en buscar su propio placer y una vez conseguido, acaban el acto sexual sin importarles que la chica esté o no satisfecha.
¿Qué implica que una chica esté satisfecha sexualmente? Rotundamente alcanzar el orgasmo. Me podréis decir que con jueguecitos preliminares, besos y demás a veces es suficiente para pasar un ratito divertido, y no os diré que no, pero digan lo que digan, si no hay orgasmo, una mujer no está sexualmente satisfecha.
Vamos al quiz de la cuestión, ¿cómo puede un hombre satisfacer plenamente a una mujer? Empecemos por lo fácil, por lo que NO debe hacer:
- Un hombre no debe limitarse a embestir a su acompañante y una vez conseguido el orgasmo dormirse. No debe hacerlo por una simple razón, salvo en contadas ocasiones, la mujer suele tardar más que el hombre en alcanzar el orgasmo. Por tanto, el que actúa así está realizando un acto de egoísmo.
- Las chicas sienten y son de carne y hueso. Muchos hombres actúan en numerosas ocasiones como si estuviesen con una muñeca hinchable. Este punto tiene relación con el anterior, pero añadirle pellizcos exagerados y tirones de pelos dignos de arrancar el cuero cabelludo. Si quieren ser bestias, y/o no preocuparse por el placer ajeno, que se compren una muñeca hinchable, el final acaba siendo el mismo, quizás no tan placentero, pero el mismo.
- Conocer la anatomía femenina. Os parecerá una tontería, pero hay más chicos de los que parece que son incapaces de situar el clítoris, la vagina, etc. Y como comprenderéis el desastre que pueden hacer es mayúsculo. Así que una visita a Google antes de bajarse los calzoncillos, no le hace mal a nadie.
Para saber como satisfacer a una mujer, hay que tener en cuenta una cosa por encima de todas: cada mujer es un mundo. Cada mujer tiene sus fantasías, sus cosas que le gustan más y sus cosas que le gustan menos. Por tanto, el diálogo antes y durante del acto sexual es fundamental para conseguir satisfacerla, y no sólo a ella, sino conseguir la satisfacción mutua. Así que ya tenemos la clave número uno: diálogo.
Dos: Los besos. Los besos para una mujer son muy importantes, ayudan a excitarse más. Empezar con un buen beso, y mantener todo el acto sexual con continuos besos, le ayudará a alcanzar una mayor satisfacción.
Tres: Las posturas. Esta clave tiene relación con la clave número uno. Dialogando podemos saber que posturas gustan o excitan más a la hora de realizar el acto sexual. Pero hay 2 aspectos que coinciden la gran mayoría de las mujeres: si pueden mirar a la cara de su compañero de juegos y puede tomar las riendas del coito (en cristiano: ponerse encima) con total seguridad disfrutará más que estando debajo o sin contacto visual. Ahora si, la postura concreta al gusto de cada una.
Y cuatro: El sexo oral. El sexo oral es la gran clave de la satisfacción sexual femenina. Es la gran clave porque en numerosos casos es la solución para satisfacer a una mujer, ya sea por problemas de erección del hombre, como complemento ya que el hombre alcanzó el orgasmo antes que la mujer (¿Habéis probado introducir el dedo a la vez que la lengua? Mano de santo), o simplemente, porque hay mujeres que por las razones que sean sólo alcanzan el orgasmo con el sexo oral. Así que un hombre que tenga una lengua traviesa y arte para realizar el sexo oral, será elevado a los altares por el género femenino.
Quiero finalizar el post dando un consejo a los hombres: no hay mejor método de satisfacer a una mujer que primero preocupándose por que ella alcance el orgasmo, y una vez conseguido, alcanzar el propio. Y no me refiero sólo masturbándose, que una chica plenamente satisfecha, no cabe duda que se prestará a colaborar en lo que haga falta.
Un saludo,
Fuente: El rincon de Laura
Satisfacer a una mujer no es tan sencillo como parece, no sólo por una cuestión fisiológica sino porque la mayoría de hombres, me aventuro a cifrarlos en un 90%, basan las relaciones sexuales en buscar su propio placer y una vez conseguido, acaban el acto sexual sin importarles que la chica esté o no satisfecha.
¿Qué implica que una chica esté satisfecha sexualmente? Rotundamente alcanzar el orgasmo. Me podréis decir que con jueguecitos preliminares, besos y demás a veces es suficiente para pasar un ratito divertido, y no os diré que no, pero digan lo que digan, si no hay orgasmo, una mujer no está sexualmente satisfecha.
Vamos al quiz de la cuestión, ¿cómo puede un hombre satisfacer plenamente a una mujer? Empecemos por lo fácil, por lo que NO debe hacer:
- Un hombre no debe limitarse a embestir a su acompañante y una vez conseguido el orgasmo dormirse. No debe hacerlo por una simple razón, salvo en contadas ocasiones, la mujer suele tardar más que el hombre en alcanzar el orgasmo. Por tanto, el que actúa así está realizando un acto de egoísmo.
- Las chicas sienten y son de carne y hueso. Muchos hombres actúan en numerosas ocasiones como si estuviesen con una muñeca hinchable. Este punto tiene relación con el anterior, pero añadirle pellizcos exagerados y tirones de pelos dignos de arrancar el cuero cabelludo. Si quieren ser bestias, y/o no preocuparse por el placer ajeno, que se compren una muñeca hinchable, el final acaba siendo el mismo, quizás no tan placentero, pero el mismo.
- Conocer la anatomía femenina. Os parecerá una tontería, pero hay más chicos de los que parece que son incapaces de situar el clítoris, la vagina, etc. Y como comprenderéis el desastre que pueden hacer es mayúsculo. Así que una visita a Google antes de bajarse los calzoncillos, no le hace mal a nadie.
Para saber como satisfacer a una mujer, hay que tener en cuenta una cosa por encima de todas: cada mujer es un mundo. Cada mujer tiene sus fantasías, sus cosas que le gustan más y sus cosas que le gustan menos. Por tanto, el diálogo antes y durante del acto sexual es fundamental para conseguir satisfacerla, y no sólo a ella, sino conseguir la satisfacción mutua. Así que ya tenemos la clave número uno: diálogo.
Dos: Los besos. Los besos para una mujer son muy importantes, ayudan a excitarse más. Empezar con un buen beso, y mantener todo el acto sexual con continuos besos, le ayudará a alcanzar una mayor satisfacción.
Tres: Las posturas. Esta clave tiene relación con la clave número uno. Dialogando podemos saber que posturas gustan o excitan más a la hora de realizar el acto sexual. Pero hay 2 aspectos que coinciden la gran mayoría de las mujeres: si pueden mirar a la cara de su compañero de juegos y puede tomar las riendas del coito (en cristiano: ponerse encima) con total seguridad disfrutará más que estando debajo o sin contacto visual. Ahora si, la postura concreta al gusto de cada una.
Y cuatro: El sexo oral. El sexo oral es la gran clave de la satisfacción sexual femenina. Es la gran clave porque en numerosos casos es la solución para satisfacer a una mujer, ya sea por problemas de erección del hombre, como complemento ya que el hombre alcanzó el orgasmo antes que la mujer (¿Habéis probado introducir el dedo a la vez que la lengua? Mano de santo), o simplemente, porque hay mujeres que por las razones que sean sólo alcanzan el orgasmo con el sexo oral. Así que un hombre que tenga una lengua traviesa y arte para realizar el sexo oral, será elevado a los altares por el género femenino.
Quiero finalizar el post dando un consejo a los hombres: no hay mejor método de satisfacer a una mujer que primero preocupándose por que ella alcance el orgasmo, y una vez conseguido, alcanzar el propio. Y no me refiero sólo masturbándose, que una chica plenamente satisfecha, no cabe duda que se prestará a colaborar en lo que haga falta.
Un saludo,
Fuente: El rincon de Laura
Alicia en el País de las Parafilias
El mundo de las parafilias es
realmente fascinante, especialmente por la imaginación de muchos a la
hora de llevar a cabo sus fantasías sexuales. Y no sólo eso, este
“mundillo” es, cuando menos, controvertido. No todos somos capaces de
comprender la atracción hacia ciertos objetos o prácticas, incluso puede
que nos asqueen. Antes de nada, convendría señalar la diferencia entre fetichismo y parafilia. El primero se refiere al uso de algunos objetos o prácticas para aumentar el placer; el segundo, sin embargo, requiere de ese objeto o práctica para que se produzca la excitación. Es decir, para el primero el objeto/práctica es opcional, para el segundo, no.
Pero, ¿qué mal hacen a nadie?
Es verdad que ciertas parafilias atentan contra otras personas (o
animales), y por tanto, esas podemos considerarlas como “desviaciones
sexuales” que constituyen un delito, pero no todas son así. Hay páginas
web, foros y grupos de personas que comparten sus fetiches y dan rienda suelta a su sexualidad sin hacer daño a nadie. ¿Quién somos nosotras, pues, para juzgarles?
No debemos olvidar que la homosexualidad ha sido considerada una desviación sexual (incluso hoy, en muchos países y en ciertos sectores de nuestra sociedad), un pecado que se salía del designio divino: la procreación.
Así pues, bajo este mismo precepto, aún existen leyes en contra del
sexo oral heterosexual por atentar contra el objetivo último del sexo.
Estas leyes provienen de un raro país que nadie conoce, los Estados
Unidos de América, y pertenecen al noble estado de Carolina del Sur. En
Arkansas, el sexo oral es considerado directamente sodomía (creo que
tienen cierto lío con aquello de los términos). Pero claro, qué podemos
esperar de un país donde va contra la ley atar una jirafa a un poste del
teléfono o a una farola (Atlanta).
Volviendo al tema que nos atañe, vamos a
nombrar algunas de las parafilias con bastantes seguidores. Quizá algún
día quieras poner alguna en práctica o quizá sólo lo leas por
curiosidad. Sea como sea, abre tu mente y plantéate un “¿por qué no?”.
- Animal-play: se trata de fingir ser un animal y ser tratado como tal. Podría considerarse una variante del sadomasoquismo ya que reproducen los roles de amo y sumiso, aunque en este caso, el sumiso hace el rol de mascota. Dentro de este mundo, es conocido el movimiento “pony-play”, donde la mascota es un pony, y se le ponen todos los aparejos propios para un equino. Es más, en algunos sex-shops venden plugs (dildos anales) que por el otro extremo tienen cerdas que simulan una cola de caballo. Canes, felinos o equinos, elige el tuyo.
- Furries: la comunidad furry va creciendo por días. Los fans de este movimiento se identifican con ciertos animales, a los que les dan cualidades humanas, y se disfrazan como ellos. Hacen convenciones, concursos, foros… y más de uno también se ha llevado esta afición a la cama.
- Cyesolagnia: atracción sexual sólo por las mujeres embarazadas. ¿Quién no ve hermosa a una mujer embarazada? Pues hay quienes han desarrollado todo un fetiche con estas bellas mujeres. No hay más que pasearse por cualquier sex-shop o por cualquier página porno para descubrir vídeos pornográficos cuyas protagonistas son las barrigas preñadas. La atracción sexual por la lactancia es una de sus variantes.
- Hirsutofilia: ¡Se acabó el sufrimiento de depilarse! Si eres alérgica a la cera y nunca has cogido unas pinzas, ¡aquí tienes tu público! Personas que adoran el vello, ¿qué más se puede pedir?
- Autonepiofilia o infantilismo parafílico: excitación por usar pañales y ser tratado como un bebé. Mientras uno cumple con el rol de bebé, otro tiene que cuidarle, darle de comer o regañarle, según se tercie. Por supuesto, también tiene su variante sexual que, por suerte, sólo se realiza entre adultos.
- Fetichismo por oler bragas usadas: hay quien se excita con el noble arte de oler bragas que han sido usadas previamente. En Japón, había máquinas expendedoras de dichos artilugios; se dice que muchas jovencitas se han pagado así los estudios… Para desgracia de muchos, estas máquinas fueron prohibidas por el gobierno nipón por las empresas que usaban técnicas fraudulentas para hacerse con el género.
No existe en sí ninguna parafilia que sea exclusiva de lesbianas.
Estas sexualidades alternativas no entienden de orientación sexual, lo
único que requieren es una pasión por algo. Este es sólo un pequeño
ejemplo de las muchas parafilias que puede haber.
¿Te atreves con alguna?
jueves, 29 de mayo de 2014
¿Te gusta el porno?
La pornografía, como tantas cosas en la
vida, es objeto de muchas discusiones. Desde esos a los que no les gusta
en absoluto hasta aquellos que están obsesionados, hay una gran
variedad de opiniones y gustos. Pero quizá estas opiniones están
condicionadas por el tipo de porno que se haya visto. Os preguntaréis: “¿Hay
diversos tipos de porno?” Pues casi tantos como personas. Hoy voy a
relatar la evolución de la pornografía y de posibles alternativas al
porno convencional. Quizá descubras que te gusta después de todo.
Breve historia de la pornografía
Se podría decir que la pornografía es
casi tan antigua como el ser humano. Ya en el Paleolítico había figuras
de desnudos humanos con los atributos exagerados (principalmente pene en
los hombres y pecho en las mujeres). En la Antigua Grecia podemos
encontrar muchas esculturas de desnudos, vasijas que representaban
relaciones sexuales, etcétera. Tampoco podemos olvidarnos de las
culturas orientales, donde se cultivó el arte amatorio; se cree que el Kamasutra lo escribió Vatsyayana allá por el siglo I a.C.
A partir de aquí el erotismo y la
pornografía fueron aumentando con los inventos del hombre. Desde la
imprenta a la fotografía, y después al cine. Y es aquí, con la llegada del séptimo arte, cuando la pornografía dio el gran salto. Aunque no sería hasta los años setenta cuando empezara a producirse en masa y se creara, como tal, el género pornográfico.
El porno para hombres
Desde entonces, la pornografía se caracterizó por dirigirse a su principal consumidor, el hombre. Esto nos lleva a descubrir que todo lo que se mos
traba estaba hecho por y para el hombre. Por supuesto, esto tuvo mucho éxito ya que la sexualidad del hombre se ensalzaba en todos los círculos de un modo u otro. Pero también tenía su fecha de caducidad. Con la llegada de internet, ha proliferado mucho la producción de cintas porno y, con ello, ha bajado mucho la calidad. Se produce en masa sin apenas preocupación por la calidad de lo que se ofrece.
traba estaba hecho por y para el hombre. Por supuesto, esto tuvo mucho éxito ya que la sexualidad del hombre se ensalzaba en todos los círculos de un modo u otro. Pero también tenía su fecha de caducidad. Con la llegada de internet, ha proliferado mucho la producción de cintas porno y, con ello, ha bajado mucho la calidad. Se produce en masa sin apenas preocupación por la calidad de lo que se ofrece.
Erika Lust, directora de cine X destinado a mujeres, resume en su libro Pornografía para mujeres (2008), los elementos principales de estas películas destinadas a los hombres (cito textualmente):
- Mamada hasta el fondo de la garganta.
- Mansiones de lujo.
- Mafiosos, traficantes, espías, militares, carceleros…
- Putas rubias, ninfómanas, lesbianas que follan con tíos, agentes secretas asesinas, adolescentes salidas…
- Coches deportivos, motos acuáticas, helicópteros, jets privados…
- Las tías siempre están dispuestas.
- Las mujeres violadas en el fondo disfrutan.
- Medias de rejilla, minifalda de puta, top minúsculo, zapatos imposibles con tacón y plataforma…
La era de internet
Hoy día existen miles de portales en
internet donde poder encontrar vídeos pornográficos de manera gratuita
(por lo general, si quieres la película completa tienes que pagar por
ello o acudir a un sex shop y comprar un DVD). El
peligro de la pornografía gratuita, como ya he dicho, es que la calidad
se ve reducida drásticamente. Pero está destinada a un público muy
claro: si quieres masturbarte rápido, con un estímulo muy sexual, este
es tu tipo. Basta con teclear en un buscador cualquiera “porno” o “porn” y ahí las tenéis. Si queréis buscar algo más concreto, teclea las palabras clave (felación o blowjob, anal, strap on, bukkake, orgía u orgy, etcétera) y lo encontrarás.
Sin
embargo, el hecho de que se produzcan en masa y que se hayan
homogeneizado ha forzado a los directores a llevar al extremo sus
películas para marcar la diferencia. ¿A qué me refiero con esto? Pues a
que se ha optado por el “todo vale”.
Y aunque haya gente a la que le gusten cosas de lo más variadas, no es
representativo de la población general ni de la sexualidad convencional,
trastocando así la visión que tienen ciertas personas sobre el sexo.
Todos los hombres tienen un pene enorme, a
todas las mujeres les cabe de todo, no importa si te duele o no, no
importan las consecuencias físicas que pueda tener un fisting
(meter el puño por el ano o la vagina), las violaciones se disfrutan…
Todo vale. ¿Y qué pasa con los consumidores de esta pornografía? Que
luego no se ven reflejados. Y de ahí derivan muchos problemas sexuales.
El porno para mujeres: desafiando los conceptos
Desde hace unos pocos años, las mujeres se han levantado para protestar. ¿Por
qué ellas también tienen que consumir un porno destinado a hombres
donde no se ven reflejadas? Las mujeres también ven porno, y les gusta,
pero quieren algo más. Y muchos hombres, de hecho, también están
cansados del porno tradicional.
Cambiamos
hombres y mujeres despampanantes por hombres y mujeres “reales”, es
decir, como cualquiera de nosotros. Cambiamos situaciones irreales de
mafiosos por situaciones tan reales como un encuentro casual en un bar.
Cambiamos felación, penetración interminable y corrida fuera por sexo
oral a la mujer, practicas sexuales diversas y orgasmo femenino y
masculino sin necesidad de ser a la vez. ¿Esto te suena más a una
relación como las que tú pudieras tener? De eso se trata. Si esto te
atrae más, ahí van algunas sugerencias:
- Filmografía de Candida Royalle: fue la pionera de las películas dirigidas por y para mujeres, y sus primeras películas se remontan a los ochenta, pero aún sigue dirigiendo. Aquí puedes ver su catálogo. Sus películas querían incluir una visión femenina, mostrando también el placer de la mujer.
- Las películas de Erika Lust se basan en los fundamentos anteriores. Su cinta 5 historias para ellas (2007) tiene sexo lésbico, sexo heterosexual, un trío de una mujer y dos hombres, algo de BDSM (bondage y sadomasoquismo) y sexo gay (sí, a las mujeres también nos puede gustar el sexo gay; y a hombres heterosexuales, ¿por qué no?). Un vídeo variado, para todos los gustos, con una estética cuidada y de buen gusto. Si quieres ver qué más películas tiene, visita su web.
- Joybear Pictures es una productora inglesa dirigida por Justin Ribeiro dos Santos que se dedica a películas dirigidas a mujeres y parejas. Visita su web y descubre qué películas te ofrecen.
- Julia Ostertag traspasa los límites entre género e identidad, jugando con la ambigüedad y lo queer. SexJunkie, su película más conocida, tuvo gran éxito en algunos festivales alternativos. Más información aquí.
- La película de Mia Engberg Dirty Diaries (2009) es un paso más allá en el porno feminista, por lo que si eres primerizo, te aconsejo empezar por otras películas menos “alternativas”. El trailer aquí.
- Si lo que te va son los piercings y los tattoos, no debes dejar pasar de largo esta página, Burning Angel.
- En cuanto a sexo gay, Bruce LaBruce se dedica al porno gay underground. ¿Te apetece un cambio? ¿Te va el rollo alternativo? Aquí puedes ver de qué va.
- Si te interesa el sexo lésbico y el ambiente fetichista y sadomasoquista, Maria Beatty es tu mujer. Descúbrelo aquí.
Estas son sólo algunas de las propuestas
sobre porno feminista que puedes encontrar, pero hay muchísimas más.
¿Con cuál te quedas? ¿Alguna sugerencia más?
Aida Castaño Torrijos
Sexo en mi ciudad
Una
famosa canción dice “es la falta de amor lo que llena los bares”. Y me
parece que, sin hacer reglas estrictas y aplicables a todos los casos,
puede que tenga parte de razón. Creo que no voy muy desencaminada si
digo que los viernes o sábados por la noche son los momentos por
excelencia para poner en práctica las armas de seducción; parece que
llega la noche, la música, el baile… y nuestros sentidos se vuelven
receptivos al… LIGOTEO.
Sí, sí, el ligoteo, la seducción… Todo un arte que mueve masas. Y si es así, será que gustar y que nos gusten nos atrae enormemente, ¿no? Tanto es así, que las maneras de ligar se han multiplicado y ahora se liga también “fuera de los bares”. Hagamos un breve recorrido por algunas opciones que se nos presentan:
CRUISING y DOGGING: Se trata de pasear por lugares públicos (parques, playas, lavabos…) con el objetivo de mantener relaciones sexuales de manera casual y anónima, con personas desconocidas. Existen zonas de cruising y dogging, tanto heterosexuales (dogging) como homosexuales (cruising), en las distintas ciudades donde tú vas y, si te apetece, seduces y te dejas seducir…
SWINGING O INTERCAMBIO DE PAREJA: Son locales donde una pareja realiza distintas actividades sexuales con otras parejas u otro miembro distinto a la pareja.
Se pueden realizar numerosas actividades, como observar cómo otros
tienen sexo, dejar que te observen mientras tú lo tienes, besar,
acariciar… Y, además, existen unas normas. Entre ellas, una que
destacar: “no, significa no”. Por lo que si se rechaza una proposición
sexual, hay que respetarlo y no se requiere justificación.
SPEED DATING:
Se reúnen en un lugar un grupo de personas. Hay una serie de mesas;
unos se ponen del lado interno y otros de lado externo de las mesas y se
van rotando, bien los de fuera o bien los de dentro. Consiste en que durante
unos 7 minutos las dos personas se conozcan un poco y, al finalizar las
citas, o al día siguiente, te dicen cuántas personas se han interesado
en ti y, si ha habido coincidencias, puedes contactar con la persona con la que ha habido feeling mutuo.
INTERNET:
El desarrollo tecnológico afecta a todas las áreas, incluso a la del
ligoteo. En internet podemos encontrar multitud de páginas, Meetic, E-darling, Badoo… En las que, a
través del intercambio
de mensajes o conversaciones instantáneas, incluso acompañadas de
imágenes o cámara, podemos contactar con gente que consideramos de
nuestro gusto por alguna de las características que refieren en
su perfil. Las redes sociales, las páginas especializadas en crear
contactos, etcétera, abren el abanico de opciones para conocer gente
desde la comodidad de un hogar.
MÓVIL: Existen aplicaciones móviles , como Grindr (público gay), Brenda (destinado a lesbianas), Blendr destinado a heterosexuales), que permiten concertar citas a través de un sistema de geolocalización; es decir,
permite que contactes con otros usuarios que se encuentren en las
proximidades. Estas aplicaciones tienen “fama” de ser usadas para
conseguir sexo exprés, pero también pueden ser utilizadas para conocer
gente, conversar…
TASTEBUDS Y FELLODY: Dos aplicaciones que, a través del programa Spotify, te permiten conectar con gente que tiene afinidad musical, bien porque ha escuchado o guarda música en sus listas de los mismos artistas.
Ya veis, para todos los gustos. ¡¡¡¡¡¡Bendito arte del ligoteo!!!!!!
Cristina Méndez Iglesias
miércoles, 28 de mayo de 2014
Cómemelo (o no…)
(Publicado originamente en MíraLES Magazine)
Hay personas a las que no les gusta dar placer oral,
sí, sí, como lo oís. También las hay que, por el contrario, no quieren
recibirlo. Misma conducta a la inversa, diferentes motivos. ¿Qué podría
llevar a alguien a odiar el sexo oral? Es una pregunta que me ha hecho
muchas gente y estoy dispuesta a llegar al fondo de la gargan… digo de
la cuestión para averiguarlo. Hoy nos centraremos en mujeres: cuando no se quiere dar placer oral a una mujer y cuando una mujer no quiere recibir placer oral.
Cuando no se quiere dar placer oral
Motivo número 1: el sabor es desagradable.
Eso tenemos que admitirlo todas, el sabor
de nuestras compañeras no tiene por qué ser el mejor del mundo, depende
mucho de cada persona. Cada una tenemos un sabor diferente, aunque parecido, que no tiene que ver en absoluto con la higiene personal. Aquí no entra cuántas veces te lavas, sino cuál es tu sabor propio y característico. Consejo:
Si tuviste una mala experiencia, pero has cambiado de compañera, quizá
quieras volver a intentarlo. Si sigues con la misma, prueba con los
lubricantes de sabores. Reducirán el olor y, a decir verdad, ¡algunos
están deliciosos!
Motivo número 2: el olor tira para atrás.
Si este es tu motivo, no te juzgo. Tiene que ser muy desagradable meter tu boca en un sitio que huele igual que una pescadería a la que no le han hecho una inspección de sanidad. Aunque puede haber una explicación para semejante hedor:
- Su olor corporal es muy fuerte, lo cual no tiene demasiada solución, salvo que se lave justo antes de practicar sexo oral o lo practiquéis en la ducha (quizá esto reduzca un poco ese olor).
- La tía es un poco cerda y no se lava muy a menudo; esto tiene una solución muy sencilla. Sabes cuál es, ¿verdad?
- Quizá tu pareja sufra vaginosis bacteriana, una afección que provoca un “olor a pescado” muy característico. Consejo: El médico podrá echarte una mano con ello (no literalmente, claro) y tomad precauciones, podría infectarte a ti también.
Motivo número 3: me da repelús.
Puede que simplemente los genitales no te gusten físicamente,
te tiren para atrás de hecho. Es más común de lo que parece. No a todo
el mundo le gusta la forma de sus genitales o los de su pareja (para qué
engañarnos, no tienen una forma demasiado atractiva). Consejo:
Prueba a mirar tus genitales, a conocerlos, quizá aceptando los tuyos
aceptes los de tu pareja. Otra opción puede ser vendarse los ojos. No
verás nada y además puede convertirse en un juego bastante divertido.
Piensa sobre ello, quizá te guste esta idea.
Motivo número 4: no disfruto haciéndolo.
Es un motivo tan válido como cualquier otro. Hay prácticas que no tienen por qué gustarte aunque a otras personas sí. Las
relaciones sexuales están para ser disfrutadas y vividas en libertad,
sin ningún tipo de presión o coacción por parte de nadie. Si tu
pareja te pide que lo hagas pero tú no quieres porque no te gusta,
deberéis hablarlo; en estas cosas, la comunicación es primordial. Si no
lo acepta, tendréis que buscar una solución que no os desagrade a
ninguna de las dos.
Motivo número 5: creo que no voy a saber hacerlo.
Si lo que te da miedo es no satisfacer a tu pareja, es el problema que más fácil solución tiene. Pídele a tu pareja que te enseñe cómo quiere que se lo hagas, puede convertirse en un juego muy divertido, maestra y aprendiz, y será una manera de quitarte ese miedo (entre otras). ¿A qué estás esperando para que te den una lección?
Cuando no se quiere recibir placer oral
Motivo número 1: sentirse desprotegida.
En el sexo nos entregamos en totalidad,
damos nuestra confianza a la otra persona. Y ahí reside el problema,
muchas mujeres tienen miedo de entregarse a la otra persona. ¿Por qué?
Por lo general, son personas que tienen miedo de perder el control, de
dejarse llevar y sienten que serán vulnerables, que la otra persona
romperá la coraza que las protege. La solución a esto pasa por aprender a dejarse llevar, aprender que no todo podemos controlarlo. Suena fácil, pero no siempre lo es. Si sientes que eres incapaz, acude a un/-a sexólogo/-a que te ayude a ello.
Motivo número 2: no consigo abandonarme.
A
muchas mujeres les cuesta abandonarse en el sexo y su cabeza acaba
yéndose al supermercado o a las tareas que tienen que hacer hoy.
El problema reside en no saber abandonarse a las sensasiones, no saber
disfrutar de la relación sexual. Quizá un masaje previo ayude a meterte
en faena. Si no lo consigues, quizá es hora de acudir a un/-a sexólogo/-a.
Motivo número 3: no me gusta la sensación.
Por supuesto, no tiene por qué gustarte.
Cada cuerpo es un mundo y, como tal, cada cuerpo tiene una manera
diferente de disfrutar. Si has descartado cualquiera de las otras
opciones, quizá simplemente la sensación no te guste o sea demasiado intensa.
En el primer caso, no pasa nada, seguro que tienes muchas más maneras
de disfrutar. En el segundo caso, si aun siendo demasiado quieres
intentarlo, prueba a que tu pareja lo haga de una manera más externa,
sin tocar directamente el clítoris.
Como veis, hay tantas razones como
personas. Estas son sólo algunas de las muchas razones que pueden llevar
a una mujer a rechazar el sexo oral. Esto no las convierte en bichos
raros, simplemente tienen otras maneras de disfrutar. Si crees que es
por algo que tiene solución, quizá debas explorarla; si estás convencida
de que no quieres, ¡disfruta del placer que nos brinda el resto del
cuerpo!
Y tú, ¿eres de las que disfruta del sexo oral o no?
Aida Castaño
Pastillitas azules
Pastilla mágica, pastillita azul,
diamante azul de la sexualidad, sildenafilo o como tod@s la conocemos
más coloquialmente: Viagra.
La
Viagra llega a nuestras vidas en 1998 y los laboratorios que la
comercializan buscaban en realidad un medicamento para la hipertensión
arterial y la angina de pecho. Poco después se descubre su
capacidad en la vasodilatación de los cuerpos cavernosos del pene y, por
ende, se comienza a comercializar en Estados Unidos como el primer medicamento que soluciona la disfunción erectiva. Desde entonces las ventas no han parado de subir.
No soy médica, ni uróloga, ni
farmacéutica ni nada que se le parezca, pero sí soy sexóloga y creo que
l@s sexólog@s tenemos mucho que decir acerca de “la pastillita azul”,
aunque nadie nos pregunte. No me malinterpretéis, este no es un artículo
en contra del Viagra y, como ya he dicho, no soy médica y no voy a
entrar en los efectos farmacológicos, en las indicaciones o en las
contraindicaciones. Confío en la ciencia y en la medicina. Entiendo que
si no podemos andar bien, necesitemos unas muletas o una silla de
ruedas, pero también comprendo que no valen de nada unas muletas si lo
que me pasa viene determinado por un impedimento psicológico.
Lo que quiero deciros es que cada día nos llegan más casos al Centro Terapéutico Hedoné de hombres “enganchados” a la pastillita. Por
norma general son hombres sanos, sin ningún tipo de problema orgánico
ni dificultad física que les impida tener una erección. Pero son hombres
preocupados y angustiados que han descubierto en el Viagra una manera
directa de solucionar el problema.
La mayoría de estos hombres traen consigo problemas que van más allá de la simple erección y el Viagra no hace más que tapar estos problemas: ansiedad, miedos, tabúes, situaciones traumáticas, estrés…
Si hacemos un repaso por el panorama
cinematográfico, nos vienen imágenes de muchos momentos donde el
protagonista ha tomado Viagra y, en el momento más inoportuno posible,
su pene decide ponerse en erección como por arte de magia, creando un
momento embarazoso para el protagonista y jocoso para los espectadores.
Estas y otras cosas hacen que el mito y la fantasía, además del
desconocimiento, planeen sobre las “pastillas azules”.
La disfunción efectiva es real, causa
malestar a muchos hombres y a muchas parejas, pero una pastilla en
hombres sanos físicamente y relativamente jóvenes no es la solución. En
la mayoría de los casos, existe un problema que no es orgánico, sino
psicológico. Tratemos entonces el problema de raíz. Guiemos,
eduquemos, informemos a los hombres y a las mujeres de que existen más
alternativas.
Existen profesionales responsables, pero
me he encontrado con pacientes menores de treinta con la receta de
Viagra debajo del brazo después de acudir al urólogo. Hombres que,
después de descartar los problemas orgánicos comienzan con las pastillas
azules y son su salvavidas para mantener cualquier tipo de relación
sexual.
No
fomentemos el “conflicto bola de nieve” o “el rol del espectador”
donde, si en algún momento ha ocurrido una disfunción erectiva,
significa que ocurrirá más veces. Apostemos (siempre que se pueda) por
cortar el problema de raíz. Trabajemos la ansiedad, los miedos y la inseguridad.
L@s sexólogos intentamos crear hombres y mujeres sanos sexualmente,
capaces de disfrutar del sexo y de su cuerpo en su globalidad. Apostamos
por nuevas masculinidades más flexibles y seguras donde los hombres no
tengan que estar pendientes de la erección de su pene.
Inténtalo, pregúntanos, consúltanos. ¡Estaremos encantad@s de acompañarte!
Cristina Hernández Carrera
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