Bienvenida a la ruta del placer.
Desvelamos esas zonas erógenas en las que nunca nos detenemos ¿Lista
para descubrir esos puntos de alto voltaje de parada obligada?.
No es la primera vez que hablamos de la
importancia de los preliminares. En el sexo no hay que “entrar a matar”.
Hay que jugar, calentar motores, excitar…para que llegado el momento,
alcancemos el clímax sin problemas.
El cuerpo femenino y masculino alberga
muchos puntos erógenos en los que se concentran un gran número de
terminaciones nerviosas que provocan una mayor sensibilidad. Su
estimulación es clave para activarnos sexualmente.
Seguro que te habrás percatado que cuando
te acarician los senos, estremeces, que enloqueces cuando besan tu
obligo o el monte de Venus ¿verdad? Pues bien, para garantizar el
orgasmo, la ruta más acertada es la de los puntos erógenos.
El cuello puede ser el
mejor punto de partida para poner a mil a tu pareja. Acariciarlo,
besarlo, rozarlo con los labios es éxito garantizado. Pero si de verdad
quieres hacerle despegar de gozo, detente entre el labio inferior y la
barbilla.
Pero esta zona no es la única en la que
apenas pensamos. El cuerpo de un hombre esconde zonas de alto voltaje
más allá de las conocidas por todas como el glande, el pene, los
testículos o el llamado punto P o punto prostático que lo encontrarás detrás de los testículos. Éste es el punto clave del orgasmo masculino.
Los oídos son otra zona
en la que apenas nos detenemos. A muchas personas les resulta muy
excitante que sus parejas le susurren palabras de alto voltaje. Sin
embargo, prueba a lamerle el lóbulo, mordisquéalo con cuidado y verás como estremece.
¿Cuántas veces te has detenido en masajear el cuero cabelludo de
tu chico? La cabeza es otro punto erógeno que además de relajar excita.
Puede ser el mejor punto de partida para calentar motores.
Finalmente, no puedes terminar la ruta
por las zonas erógenas sin jugar con el pecho de tu pareja. A muchos
hombres les gusta que les masajeen, acaricien sus pezones, los laman,
besen, pellizquen o mordisqueen pero siempre con delicadeza. Hay que
controlar las ansias y las fuerzas.
Ahora que ya conoces nuevos puntos en los
que detenerte para excitar a un hombre, ve preparando el camino para
disfrutar de un encuentro de alto voltaje.
Fuente: nosotras.com
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