Son
numerosos los correos que recibo por parte de mujeres preguntándome
cómo se puede seducir a un hombre o qué hacer para sorprender a un
amante, incluso cómo pueden mejorar la vida en pareja, cuando la rutina
se ha instalado en sus camas.
No hay un remedio eficaz con el que se puedan solucionar los "problemillas" en la relación con ese hombre que tanto nos trae de cabeza, pero sí podemos hacer algo para remediarlo.
Para
empezar hay que estar muy segura de lo que una quiere hacer y
sobretodo, hasta dónde está dispuesta a llegar. No hay nada mejor que
creerse la mejor amante del mundo y comportarse como tal. Si nosotras
somos las primeras que no nos valoramos... ¿cómo pretendemos que los
demás lo hagan?
También
es primordial no tener miedo, a un rechazo, a lo que puedan pensar de
nosotras e incluso a lo que nos puedan decir en un momento determinado.
Hay que ser creativa e imaginativa, porque si no... ¿a quién no le gusta hacer sus fantasía realidad? Pues lo dicho...
No
hay nada mejor que echar la caña, porque de por sí, ellos mismos,
muerden el anzuelo. Os lo digo por experiencia. Y la máxima siempre a
tener presente es la misma, una insinuación vale más que mil desnudos.
Y
una vez dicho esto, entremos en materia. Además de la lencería y del
cuidado personal, una actitud seductora hace mucho, pero claro, ¿a qué
nos referimos con una actitud seductora? ¿Cómo seducimos? Pues para
empezar, siendo nosotras mismas pero con una pizca de actuación. Y con
ese sexto sentido que tenemos las mujeres, debemos saber cuando estamos
actuando de más o cuando no está realmente interesado en seguir con
nuestra obra.
El olor corporal de cada uno es único y hay miles de olores con sutiles matices que puede llegar a pasar desapercibidos, pero según dicen, lo que nos atrae del otro es ese olor que desprendemos, nuestra seña de identidad.
Llegados a este punto, ¿qué pensáis que se necesita para seducir a un hombre? ¿Y a una mujer? ¿Somos nosotras más complicadas?
Fuente: diariodelostaconesrojos
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