miércoles, 5 de marzo de 2014

Sexo anal. Más allá de la penetración con el pene.

No todo en Erotismo es penetración. Es más, la mayoría de técnicas eróticas no la contemplan. Pero nuestra cultura se empeña adorar el falo y su uso como único elemento verdadero del Sexo.

Foto youtube.com
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Por eso muchas personas, cuando oyen hablar de sexo anal, entienden por tal la penetración con el pene. Pero se puede jugar de muchas otras maneras con el ano.

Ha aquí algunos ejemplos:

1. Acariciar con el dedo: Se trata de suavemente estimular la delicada piel que recubre el ano. Antes debes recubrir tanto su superficie como la de tu dedo de lubricante. Te recomiendo ponerte un guante de látex o un preservativo, lo hace más suave y evita que irrites con las uñas. En cualquier caso deberás recortarla porque son un riesgo en esta zona tan delicada.
No te olvides de usar la otra mano para completar la experiencia tocando otras partes de su cuerpo. Es muy placentero combinar la caricia anal con la masturbación.

2. Juguetes eróticos: Con ellos puedes acariciar y también penetrar. Hay básicamente tres tipos:
  • a. Dildos: Tienes forma de pene de mayor o menor grosos. Los hay hiperealistas pero también encontrarás de color y forma diferente. Pueden ir unidos a un arnés y así permiten a las mujeres simular una penetración anal. Nota: Disfrutar de esta práctica si te la ofrece una mujer no significa, en ningún caso, ser homosexual. La homosexualidad es la preferencia por disfrutar del cuerpo de personas del mismo sexo, no del uso de determinadas técnicas.
  • b. Plugs anales: Son dildos diseñados para permanecer dentro del ano un cierto tiempo. Se pueden usar para acariciar, o para proporcionar placer con las penetraciones sucesivas pero su principal función es llenar el orificio.
    Esta sensación de “relleno” es muy placentera para algunas personas. En las mujeres puede suponer un placer adicional a la penetración vaginal. También se usa como castigo en el BDSM.
  • c. Collar de bolas anales: Se trata de varias bolas muchas veces de varios tamaños unidas por un hilo. El placer se obtiene al ir introduciéndolas dentro del ano y al sacarlas. Lo puedes hacer rápido o lento, según tu criterio. Te recomiendo los “collares” fabricados por marcas de juguetes eróticos. Son más seguros al recubrir las bolas y el hilo de látex. Así se evita que se suelten o se rompa el hilo. Producen una sensación muy similar sin “efectos secundarios”.
3. Lamer: Vulgarmente conocida como “beso negro” esta técnica puede dar mucho placer. La zona del ano es muy sensible y como la lengua, a diferencia del dedo, ni tiene estructuras capaces de erosionar, ni puede apretar demasiado, puedes estimular sin tomar muchas precauciones.
Por supuesto sólo debes practicarla si hay una buena higiene.
Como en el punto anterior usa las manos para complementar la experiencia. En este caso tienes dos.
Como has podido ver la penetración con el pene es sólo una de las muchas posibilidades a la hora de jugar con el ano. Tenlas en cuenta porque son igualmente placenteras (a veces más). Y, sobre todo, combina. Estimula otras áreas sin temor, experimenta con las diferentes opciones. Tanto tú como la otra persona saldréis ganando.

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