viernes, 7 de marzo de 2014

Los secretos del Sexo Anal.

El sexo anal es la estimulación sexual directa del ano y las zonas cercanas. Aparte de la penetración se considera la estimulación oral y manual.

Culo
Foto dookshoot.com

El ano, es una zona erógena muy potente capaz de proporcionar gran cantidad de placer tanto al hombre como a la mujer.  El hecho de que se considere como una práctica dolorosa es porque para disfrutar la penetración anal hacen falta paciencia, consideración y grandes cantidades de lubricante.
Si hablamos de lamer, chupar o acariciar el dolor no existe.

Pero, ¿Por qué duele y como hacemos para que no pase?

La vagina es un conducto musculoso  que reacciona abriéndose y lubricándose ante la excitación. El ano es un esfinter, es decir, un “cierre” en este caso del intestino que está diseñado para dejar salir, para expulsar.  Cuando el cuerpo siente que algo quiere entrar por la puerta de atrás, ¿qué hace? la cierra.
Tampoco tiene lubricación propia, lo importante de la lubricación es que no haya fricción. Cuando hay fricción seca no solo duele sino que quema, la piel se puede rasgar y llegar a sangrar.
Lo principal para disfrutar de este juego es empezar poco a poco.
Para que el esfínter se relaje y se abra lo ideal sería empezar estimulándolo oralmente puesto que la lengua es blanda, suave y húmeda.  Lamidas, succiones, besos o suaves mordiscos proporcionan gran placer y van acostumbrando a la zona al contacto.
El siguiente paso sería la estimulación manual. Que conste que aún no hemos introducido nada en ningún sitio, solo acariciamos y masajeamos, con lubricante a ser posible.
Esto no es una cuestión mecánica.  Mientras masajeamos con suavidad la zona, puede (y debe) haber besos, caricias, masturbación genital, palabras, masaje en la espalda, suaves palmadas en los glúteos… quién sabe, depende de los gustos de cada uno. La idea es disfrutar del proceso.
Cuando el receptor se sienta cómodo, puede pasarse a la penetración con los dedos. Mejor dicho, con uno solo y siempre bien lubricado. Para penetrar no hay que meter el dedo como quién se urga la nariz, debe ser despacio y con la yema como si quisiéramos plasmar la huella dactilar, así evitamos raspar con las uñas.
Es importante que el esfínter vaya cediendo solo, no forzarlo.
Así vamos dilatándolo y relajándolo.  Si no se relaja, es porque estamos yendo demasiado rápido. Recuerden siempre estár atentos a las reacciones del cuerpo de su compañero/a.
Cuando la penetración con los dedos resulte placentera, podemos pasar a introducir el pene o un juguete (dildos, masajeadores prostáticos, plugs, bolitas anales)
Para un sexo anal rico, no hace falta una penetración muy profunda.  Con introducir la punta del miembro/accesorio es suficiente. Ya luego irás cogiendo gusto y confianza para profundizar la penetración y explorar otros placeres del sexo anal.

Algunas consideraciones higiénicas:

  • Una cosa está clara, a poca gente le gusta meter la boca o los dedos en un lugar desaseado, así que si quieres sexo anal lo mejor es asear antes la zona. Con lavarlo con agua y jabón es suficiente.  Puede introducirse lévemente un dedo durante la limpieza para enjuagarlo un poco por dentro.
  • Por otro lado, algunas personas se realizan lavativas antes del sexo  para vaciar el intestino. Esto es una opción personal, si bien es cierto que  generalmente la materia fecal esta en una parte más profunda  en el cuerpo, es posible que la estimulación deje algunos restos incómodos. Para evitarlos, lavativas de agua tibia con una ducha o pera de limpieza anal.
  • Dentro del intestino habitan bacterias nocivas para la delicada flora vaginal/urológica. Lo ideal para evitar infecciones es el uso de preservativo. Otro consejo es seguir el clásico orden de penetración boca-vagina-ano, boca-ano o vagina-ano.
    Recuerden que si existe intercambio de fluidos existe riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Por el ano también. Hay que cuidarse.

El tabú del Sexo anal

El sexo anal no es tan sencillo como el coito tradicional, requiere medidas de higene especiales, y dedicarle una atención especial. De alguna manera hay que tratar de no ceder al impulso de penetrarlo con pasión, por lo menos en un primer momento.
Por ser tan tabú, los varones lo ven como un logro y las mujeres como un pecado, es clásico en los textos sexológico-periodísticos  plantear el tema como si fuera un gran acontecimiento. Los hombres heterosexulaes son generalmente reacios a que su amante les penetre, solo de pensarlo a la mayoría se le encoje el cuerpo (e incluso más),  no sabemos si por ser “cosa de gays” o por miedo a lo que puedan descubrir.
El hecho de que los homosexuales gozen del sexo anal de una manera más libre es porque para el sexo masculino es especialmente placentera esta parte del cuerpo.  A escasos centímetros de la entrada del ano, más o menos debajo de la vejiga se encuentra la próstata (le dedicaremos un post completo prontamente). Esta glándula aparte de sus muchas funciones indispensables para la salud masculina, al ser estimulada por vía anal produce un intenso placer y bien tratada llega a producir orgasmo y eyaculación.
Las mujeres también pueden alcanzar el orgasmo “por detrás”, se llama orgasmo indirecto. En cualquier caso mientras practicas con a tu compañera no está de más tocarle en otras partes para que disfrute más de la experiencia. Las mujeres necesitan delicadeza para este juego, besos, caricas, mordisceos, masajeo del cuerpo, lo de siempre.
Si existe un colectivo para el que el sexo anal es tabú es el de los hombres heterosexuales.  “Por mi culito nada de nada” piensan. “Eso es de gays”, “¡no ni cagando!” .
Y  no saben es que están perdiéndose la mayor fuente de placer masculino, poder experimentar el orgasmo sin distracciones.  La próstata tiene una sensibilidad semejante al famoso punto G de las mujeres, se la conoce a menudo como punto “P”. Está directamente conectada con el aparato reproductor masculino, entre otras cosas se encarga de segregar el líquido en el que fluyen los espermatozoides.
Para una mujer también puede ser erotizante penetrar a su compañero, un cambio de roles más allá de la cásica dominación fálica ¿a quién no le gusta tener el control? ¿Y aquién no le gusta perderlo?

Algunos juguetes para el placer anal

  1. dildos: Los dildos anales se diferencian de los tradicionales porque en la base tienen un tope, el ano tiene un movimiento natural de succión, muchos han acabado en el hospital por esto, de ahi la importancia de este detalle en el diseño de dildos anales.
  2. arneses: Sirven para colocar un dildo y penetrar. Está pensado para que lo usen las mujeres, pero también lo pueden utilizar los hombres para una doble penetración.
  3. plugs: Son unos artefactos para dejar dentro del ano, tienen forma de peonza y un tope en la base, su uso primero es dilatar  aunque hay a quién le gusta dejarlo ahí puesto.
  4. masajeadores prostáticos: Son de uso masculino, pequeños y ergonómicos hacen su labor como tienen que hacerla. Algunos incluso vibran.
  5. bolas anales:  Una serie de bolitas unidas por un cuerpo (cuerda o silicona). También se llaman bolas tailandesas, se introducen y luego se sacan despacito durante el orgasmo. Increible.
Así que amigos no sean tímidos y experimenten con su cuerpo. Solo un último consejo, para las primeras veces agendar el encuentro. El sexo anal requiere tiempo, no sirve para un encuentro fugaz. Paciencia y disciplina. Siempre “litros” de lubricante y por favor condón.
¿Algo que decir?

Fuente: fetish.cl

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