martes, 11 de marzo de 2014

¿Por qué lo llaman amor cuando no quieren decir eso?


Me debo a mis principios. Por eso, no he dejado de pensar en todos aquellos que me visitan día a día y por supuesto, los que se enganchan a mí noche a noche.
 
Me sorprende y a la vez me da mucha fuerza para seguir escribiendo cuando leo en mi correo mensajes de toda índole. Gracias a vosotros esta pequeña habitación está disponible para su uso y disfrute.
 
Puedo suponer que las fiestas han pasado como otras cualquiera. Espero que no hayáis perdido el tiempo. 
 
Como regalo de reyes os puedo decir aquello que estáis deseando leer, pues bien, si durante estas fiestas he tenido tiempo de algo, ha sido para pensar en esas mujeres y esos hombres que llevan una doble vida, como yo. Es lo que sucede cuando tienes que esconder un secreto, que no sabes hasta qué punto podrás soportar el no contarlo. 
 
He estado imaginándome si mi vecino, ese que me desea y a la vez no puede verme, habrá entrado alguna vez en mi rincón secreto. ¿Y si algún amigo o amiga es seguidor asiduo a mi blog? En el fondo es eso lo que tanto me gusta de todo esto, que nadie sabe quién soy yo. Incluso dudo en ocasiones de quién soy realmente. 
 
Y también he tenido tiempo para pensar en esa otra cosa que además del dinero, mueve el mundo. Sí, estamos hablando del sexo, ese todo poderoso que genera en nuestra mente un estímulo y al que reaccionamos sin más, como un canto de sirena que nos atrapa y nos dejamos llevar sin saber a dónde ni las consecuencias. ¿Qué se esconde tras esas cuatro letras y qué fuerza tiene sobre nosotros?
 
El amor es un sentimiento mientras que el sexo es una consecuencia de una reacción entre dos cuerpos que no necesariamente tienen que atraerse. Y muchos, para conseguir el sexo, lo camuflan bajo las otras 4 letras, el AMOR, que no tiene nada que ver con eso. 
 
¿Podemos vivir sin amor? ¿Y sin sexo? Podemos ser capaces de tener sexo con una persona que no queremos, incluso con un desconocido, pero sin embargo, ¿seríamos capaces de querer a alguien y no tener sexo con él? Muchos dicen que el sexo es el cúlmen en la pareja, pero si hablamos de personas que ni siquiera se conocen, ¿estamos hablando de que en el fondo hay algo más allá que es lo que nos atrae hacia esa persona y no a otra?
 
Sin ir más lejos, hace cuestión de unas semanas él se cruzó conmigo. Entre los paraguas y las bolsas llenas de buenos propósitos no me vio, sin embargo, el corazón se aceleró. Cuando sigo viendo su coche allí aparcado me arreglo el pelo y me humedezco los labios, pensando que me puede ver. También pienso en esas tardes lluviosas que pasábamos abrazados mientras el ruido de la lluvia de fuera nos invitaba a olvidar el tiempo. Y sus palabras todavía retumban en mi cabeza como si cada noche fuera la primera, como si nunca se hubiera ido, como si todavía una llamada a media noche me dijera que sus manos van a recorrer mi cuerpo y que sus labios besarán apasionadamente los mios otra vez.
 
Los días así, tan lluviosos y fríos, en los que apetece estar sentada en la cama, tapada con una manta, con el portátil sobre las rodillas y con una copa de vino... No puedo olvidarle y menos cómo me derretía en sus manos, la forma en la que me miraba... Y ahora me encuentro sola, otra vez, esperando la llamada del otro, del que quiero. ¿O no? ¿Es que yo también lo llamo amor, cuando en realidad a quien hecho de menos es el Sexo? 
 

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