No me lo quito de la cabeza, desde que me
lo comentó pienso en ello sin parar. No me lo había imaginado así, pero
la verdad es que según me lo contaba me iba poniendo nerviosa y sentía
un cosquilleo extraño.
Trataba de que no se notase lo
sorprendida y alterada que me estaba poniendo. ¡Por Dios, es mi mejor
amiga!, ¡qué le iba a decir! Ni parpadeaba para no perderme un segundo, y
sobre todo que no se desconcentrase o se sintiese mal y dejase de
contármelo.
Cuando llegué a casa estaba agotada de la
tensión, sorprendida, nerviosa y ligeramente excitada. Nunca lo hubiese
pensado ¡y menos de ella! ¿Pero cómo…? Pensando en otra cosa me quité
el abrigo, dejé el bolso, las llaves, abrí la nevera para coger algo de
comer y encendí el ordenador. Tenía que buscar más referencias.
Hay ciertos temas que me producen miedo y
curiosidad a la vez. Él se lo había pedido, más bien se lo había ido
insinuando de manera indirecta, seduciéndola, envolviéndola. Hoy un
artículo, mañana un pequeño video, un comentario de gente que lo
practica, un programa de televisión…, luego una fantasía compartida.
¿Pero cómo lo había considerado posible, cuándo había llegado el momento
de hacerlo realidad, de considerarlo seriamente…?
Me quité los zapatos y sentada el sofá
con mi plato de fruta y mi vaso de leche, me puse a ver qué había en
internet sobre el tema. Uhm… Google, “buscar”… ¡Que bárbaro!, cientos de
páginas, ¡puf! Ésta no, qué cutre, ¿a ver esta otra….? Si, esto parece
que es a lo que ella se refería, mira no está tan mal… A ver…¡madre mía!
Fotos, videos, un blog, un chat… ¡y se reúnen ahí…! Mira este video…,
voy a darle al play… ¡Directos al grano! ¡Qué barbaridad! Sólo de mirar
me pongo nerviosa y eso que estoy yo sola en casa… a ver, a ver…
Van vestidos todos de oscuro, estos dos
no están nada mal y parece todo inofensivo, los cuatro charlando, ella
se sienta en un taburete y se van acercando… Según están hablando y
tomando una copa empiezan a acariciarla, por el cuello y el escote…, su
pareja le quita la chaqueta, ¡guau, qué body más bonito lleva! Está
claro que va preparada, el corset bastante sexy por cierto, y le brilla
la piel…. Él saca una pequeña cajita y de ella unas esposas de satén con
las que le sujetan las manos a la espalda y le tapa los ojos con un
antifaz. Lleva mini-falda de cuero negra y unas ligas negras también de
satén que sujetan sus medias. Él le separa levemente las rodillas y ella
se deja hacer.
Mientras, la otra pareja se acerca y le
empieza a acaricia suavemente con una pluma por el cuello, los brazos,
el escote y esparcen suavemente unos polvos brillantes en su piel. Él le
pasa la lengua y los labios por el rastro de polvos comestibles que
ella va dejando, apurando, chupando, lamiendo, estremeciéndola. Su
pareja mientras le separa las piernas, acariciando sus rodillas y
subiendo suave pero firmemente por sus muslos, hasta su tanguita. Ella
gime y se deja hacer.
Tres pares de manos, música suave de
fondo, un ligero mareo, caricias infinitas… Una mano acede a su pecho
por el escote de su corset y lo saca, los deja expuestos, erectos,
expectantes, mientras una lengua los acaricia y mordisquea haciéndola
arquearse de placer.
Unos labios cálidos van ascendiendo por
el interior de sus piernas y una mano aparta su tanguita para acceder a
su sexo con su lengua húmeda, que se detiene ahí. Lamiendo, acariciando,
succionando, con pequeños toques, golpecitos suaves y otros más firmes,
con un ritmo que acelera su respiración.
Simultáneamente otros labios le besan e
introducen la lengua en su boca con habilidad; le mordisquean, juegan,
succionan y presionan con intención. Ella se tambalea ligeramente en el
asiento, mientras le quitan el tanguita y abren sus piernas un poco más…
Su falda está en la cintura, está palpitando, tiene sus pechos fuera
del corset, hinchados, erectos, respira y se deja hacer. Unos dedos
siguen jugando y se introducen dentro de ella suaves, presionando,
reconociéndola, la acarician con intención. Quiere cerrar las piernas
para retardar el placer, pero no puede.
Como un ballet ellos se despojan de su
ropa, le hacen bajar de la silla y ponen un cojín en el suelo para que
se arrodille con las piernas separadas. Le extienden un brillo
estimulante en los labios y pezones, para prepararla para que sea ella
la que realice sexo oral a él. Su pareja le acerca el sexo a su boca y
siente el calor y estímulo que ahora ella le proporciona. Mientras la
otra mujer se mete entre sus piernas abiertas y comienza a lamerla y a
jugar con sus dedos y un pequeño juguetito suavemente en la entrada de
su vagina. Tiembla y se agita, respira entrecortadamente, abre los
labios… mientras siente que le inclinan levemente hacia delante,
introduciendo la puntita de un dedo con lubricante en su ano con suaves
caricias, solo la punta, con presión… un poco más adentro, el dedo le
abre, juega, presiona, un juguete vibra en la entrada, le da vergüenza,
se ruboriza de placer ¡qué sensación! ¡todo se expande! Tres manos…,
caricias por todas partes, miles de sensaciones, ¡no hay control…!, se
agita cada vez más, se inclina de un lado a otro, expuesta, excitada, se
abandona a las caricias secretas…
¡Tengo que apagar, YA!, ¡qué
taquicardia..! ¡qué vergüenza! Pero qué es esto… cómo lo iba yo a saber…
¡Madre mía! ¡Muy fuerte Susana…! Estoy empapada, sudando… ¡qué
barbaridad! ¡Uhm!… si es que claro… Pero bueno, al fin y al cabo,
tampoco tiene por qué enterarse nadie, total vivo sola… Voy a verlo un
poco más.
Fuente: femxy.com
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