Lo más importante de la estimulación anal
oral, mejor conocida como anniligus o popularmente ‘beso negro’, es la
higiene porque obvio es inevitable la presencia de fuertes bacterias.
Lo mejor es tomar un baño, quizás juntos,
antes de la acción. O bien, pasar toallitas húmedas antibacteriales
para dejar la zona lo más higiénica posible. Ya que pues sí, hay riesgo.
Por ejemplo, la bacteria E. Coli o
Escherichia coli, vive en los intestinos humanos y de animales (ya sé
que no le van a dar un annilingus a un animal, es dato adjunto). Esas
bacterias causan serias infecciones estomacales e intestinales a quienes
los ingieren. Sí, mueran del asco, hay quienes comiendo la garnacha o
el pâté de foie gras en el mejor restaurante de mundo, la han ingerido.
Eso, debido a que el amable cocinero fue al baño y no se lavó sus
manecitas y envió la bacteria a la comida. Y la infección es ¡de
hospital!
Bueno, pues obvio, si una persona es
estimulada oralmente en el ano, quien le brinda tal estímulo puede
ingerir la bacteria. Por eso, imprescindible utilizar una película de
látex saborizada (las venden en sex shops) o bien, un condón al que le
hagan una incisión para que quede como película y la coloquen sobre la
zona anal.
En cuanto a caricias, los expertos de la
práctica recomiendan hacer círculos linguales o masaje con los labios
sólo en la parte externa, que es donde hay terminales nerviosas, es
decir donde están los radios del ano (las arruguitas o pliegues) pero
nunca meter la lengua.
Y obvio, si hay estimulación manual nunca
chupar esos dedos ni introducirlos posteriormente a la vagina. Y otro
dato adjunto: si hay penetración anal nunca ofrezcan sexo oral o sea, no
felen al galán después. Porque en el pene puede haber dichas bacterias.
Sé que suena disgusting pero sí es una práctica que a muchos gusta y se debe hacer con ciertas medidas de higiene.
Fuente: elsyreyes.com
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