La sexualidad ha encontrado en el lenguaje un verdadero cómplice. Conozca la nueva jerga.
¿A qué les suena la palabra ‘cancaneo’?
Lo admito: en un primer momento hubiera jurado que era el término para
describir el tartamudeo, pero no. En el diccionario del sexo, que es uno
de los más funcionales que existen, significa sostener un polvo en
lugares públicos. Es, valga aclararlo, el mismo dogging.
La sexualidad ha encontrado en el
lenguaje un verdadero cómplice, al punto de que muchas de las
imaginativas palabras que la gente usa para referirse al aquello y sus
bemoles, ni siquiera tienen una base etimológica, sino que se construyen
y hacen carrera a partir de la picardía, del uso, del modo y de las
costumbres.
¿Qué tal, por ejemplo, la palabra ‘cubana’? A ver, sáquense de la cabeza la imagen de una isleña habanera, porque a eso no se refiere.
En el consabido diccionario de marras se
describe como una práctica durante la cual los señores se las ingenian
para proveerse placer con los senos de su pareja, como principales
protagonistas. Hasta ahí.
Antes de dejarlos divagar en el concepto,
aquí les van otros: el foot job, cuyos asiduos hacen todo (toooodo) con
los pies y el coolidge, que consiste en hacerlo en presencia de otras
personas. Por su rareza, algunos términos no dejan lugar para la
imaginación y hasta cuesta un poco entender de dónde salieron.
Para la muestra están la gregomulcia, que
es la excitación que se siente al ser tocado por un desconocido en
medio de la multitud, y la ligerastia, reservada para quienes solo se
excitan en la oscuridad. El bondage, por su parte, dejó de cargar con su
significado sadomasoquista para invadir la sensualidad que algunos
experimentan al amarrar o ser atados durante el aquello.
Hoy, además, se habla de tickling y no de cosquillas eróticas; de squirt, en lugar de eyaculación femenina, y de foxy bikini a la peluquería con diseño en el abajo.
En fin, el triolismo o disfrutar mientras
la pareja lo hace con otro, suena raro, como todo lo anterior, pero en
un futuro, que ojalá no sea lejano, estos términos serán tan comunes
como ‘el perrito’, ‘felación’, ‘misionero’, ‘el 69’, ‘el helicóptero’,
‘el rapidito’, ‘el mañanero’ y el socorrido ‘polvo’ de esta columna que
tanto escandaliza a algunos. Hasta luego.
Fuente eltiempo.com
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