viernes, 18 de julio de 2014

Así es el sexo en diferentes drogas.

El sexo es en sí mismo un estado alterado de conciencia, pero si lo tuyo es la exploración de la conciencia –y el cuerpo, claro, es una expresión física de la conciencia– tal vez hayas utilizado alguna sustancia para obtener resultados diferentes a los de la mera conciencia despierta.


Si te preguntabas cómo sería coger en ácido, en éxtasis o en mota, estos autores comparten sus testimonios de primera mano sobre el sexo en diferentes sustancias (con fines informativos, claro).

Cannabis (Marihuana)

“De lo que puedo recordar, tan pronto como la penetré y llegamos a un ritmo, mi pene se sentía como una barra de metal apuntando al norte como una brújula. Previamente, siempre que escuchaba la frase ‘el tiempo perdió su significado’ me reía del cliché. Pero así es justo como describiría el sexo que tuvimos.”
Éxtasis (MDMA)
“Cuando me metí en ella, maniobré sus piernas para ponerlas sobre mis hombros y pude sentirlas corriendo a todo lo largo de mi espalda. Mi soldadito estaba más o menos fuera del juego… Cuarenta minutos después, mi pito había dejado de cooperar totalmente. Incluso una mano amiga no ayudaba.”

Cocaína

“Luego de un rato me volví agudamente consciente de que mi corazón estaba latiendo ferozmente. Me dí otra línea de la espalda de Erica y me puse detrás suyo. Estaba más tieso que una torre de monedas, y quería coger duro. Mi corazón latió más rápido.”
“Un temblor moderado me recorrió el cuerpo. Sentí la necesidad de anclarme a Erica. Agarré su cintura tan duro como pude y enterré mis dedos tan profundo en sus nalgas que me sorprende que no le dejara marcas permanentes. Me sentí algo puerco, como un arquetipo cerdo de Wall Street.”

Heroína

“Por supuesto, es muy común para la mayoría de la gente perder el deseo de tener sexo cuando la usan, pero para mí encuentro que es lo contrario. Luego de sentir el rush caliente tomando el control de mí, me voy sobre mi novio como gata en celo. Aunque esté medio dormitando, aún así tengo sentimientos sexys, a pesar de estar casi inmóvil, [pues] el contacto de piel contra piel es muy intenso. Incluso soy capaz de tener orgasmos bastante intensos. Encuentro que el sexo dopada es muy similar a la sensación suave de la piel con MDMA [éxtasis]. Mi novio también disfruta la intimidad cuando está volado, si es que es capaz de tener una erección, aunque él no se excita tanto como yo cuando nos inyectamos juntos.”

Hongos mágicos

“Erica y yo comenzamos a besarnos y retorcernos juntos, pero extrañamente el sexo era la cosa más lejana para mí en mi mente. Los hongos que comí eran supuestamente mágicos, pero mi pene se veía decididamente como un shiitake.”

LSD

“En cierto sentido, nuestro intento fallido de penetración apunta a la naturaleza real del sexo en ácido. Si están dispuestos a hacer una distinción entre lo sexual y lo sensual (aunque muchas veces se traslapan), mi lado sexual era de difícil acceso, y me encontraba menos estimulado sensualmente mientras estaba dentro de ella de lo que estaba cuando dictaba su experiencia con mis labios y dedos.”

Adderall

“Se trata de algo más físico que mental. No es necesario decir que mi chico amó mi renacimiento como una diablesa fácil de complacer en Adderall, pero existe sólo un inconveniente: no tengo ganas de dar una chupada nunca jamás otra vez. Oh, bueno. Unas por otras.”

Viagra

“La desconexión inherente entre mis genitales y mi cerebro se amplió exponencialmente. A menudo nos referimos a los penes como herramientas, y eso es exactamente como se sentía el mío: una prótesis como de madera, casi un dildo, que estaba pegada a mí con muy poca conexión emocional o física. La experiencia fue extrañamente ‘feminizadora’: por primera vez yo fui la parte pasiva durante el sexo, capaz de coger sin necesariamente estar excitado o incluso de tener mi cabeza en el juego.”

Fuente avantsex.com

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