La infidelidad
está a la orden del día y muchas pueden ser las causas que llevan a una
persona a engañar a su pareja: peleas constantes, celos que atormentan,
sensación de desinterés por parte del otro, necesidad de vengarse por
situaciones confusas o sospechas de coqueteo con otras personas o
encuentros sexuales escasos, entre otros.
Los estudios revelan que hoy en día
los engaños son cada vez más comunes y que incluso las mujeres superan
al hombre en materia de infidelidad. Y es que ellas suelen ser más
cautas y estrategas a la hora de engañar, lo que hace que rara vez sean
descubiertas. Los hombres suelen ser más predecibles y dejan evidencias,
lo que los hace un blanco fácil para ser detectados.
En una entrevista con Infobae desde
sus oficinas en Miami, el Dr. Paulo César Morocho Escandon -gerente de
Agentes Privados Moch Internacional- contó que la solicitud de
investigaciones por cuestiones de infidelidad es la que alcanza mayor
relevancia, tal como se observa en las estadísticas de esa agencia. En
más de 10 años consecutivos, el engaño estuvo presente como la primera
solicitud.
Entre los principales motivos por los
cuales una persona que sospecha que su pareja lo engaña y se acerca a
una agencia de detectives privados, se encuentran los siguientes:
* Encontrar pruebas para ejecutar una causal de divorcio en un juicio.
* Hallar evidencias para terminar la relación por pérdida de confianza en la otra persona.
* Determinar el diagnóstico en cuanto al comportamiento de la pareja.
* Descartar la infidelidad como el motivo de la debacle de una relación y su distanciamiento.
* Conocer el grado de compromiso de
un miembro de la relación. Esta solicitud suele ser hecha por los
familiares de un miembro de la pareja, antes del matrimonio de ellos.
En diálogo con Infobae, Morocho
Escandon reveló cuáles son las 10 señales de alerta para poder detectar
una infidelidad tanto en hombres como en mujeres. Estas son:
1) Cambio de comportamiento
inexplicable: una pareja basa su accionar en la comunicación y las
experiencias diarias, de manera que esta conducta permite predecir y
entender el comportamiento del otro. Pero cuando se observa una conducta
anómala, este hecho sugiere ya un interrogante que, entre la lista de
posibilidades, puede contener a la infidelidad como elemento influyente.
Estas conductas son netamente subjetivas y es usual que sólo la pareja
logre notar algo diferente en la otra persona.
2) Preocupación anormal por la
apariencia: las personas que están en pareja conocen cuál es la posición
del otro con relación al cuidado de su imagen. Sin embargo, cuando se
nota una actitud un tanto exagerada por la imagen o por llamar la
atención con la apariencia, existen varias posibilidades y una de ellas
puede estar relacionada con la infidelidad. Esto debido a que el acto
del cortejo exige la necesidad de atraer la atención del amante.
3) Actividades anormales: la empatía
con lo que una persona hace o dejar de hacer es uno de los elementos más
notorios en una relación, de forma tal que casi todas las personas
saben qué actividades les gusta o no a sus parejas. Los cambios
indicarían un interés particular sobre esa nueva actividad y entre los
motivantes tal vez pueda estar la infidelidad.
4) Nuevos círculos de amistades: no
debería ser un motivo de sospecha de infidelidad, a no ser que esos
nuevos círculos de amigos sean excluyentes del otro, de forma que la
pareja no pueda participar en ellos por diferentes exigencias o
situaciones. También están los que evitan y retardan lo más posible que
sus amigos conozcan a su pareja, por temor a que alguien hable de más.
No obstante, su sola exclusión no es sospecha de que algo malo esté
pasando, lo que sí puede ocurrir cuando la relación amorosa se ve
afectada.
5) Cuidado con los medios de
comunicación: para que una relación de infidelidad exista es necesaria
la comunicación entre sus integrantes. Tiempo atrás, la comunicación era
a través cartas o mensajes dados por personas; luego por llamadas desde
teléfonos convencionales. Pero hoy en día existe una amplia variedad,
como el chat, las redes sociales, WhatsApp o Telegram. Esta última
aplicación permite que los chats se eliminen luego de transcurrido un
tiempo que se puede establecer y esto ocurre en ambos teléfonos que se
comunicaron. Telegram tiene la ventaja de no tener que estar borrando
las conversaciones y de asegurarse que éstas también desaparecerán del
teléfono del otro. Estar pendiente del teléfono, quitarle el sonido o
tenerlo siempre en la cartera, en el caso de las mujeres, o en el saco,
en el de los hombres, también pueden ser indicios de infidelidad.
6) Disminución de los encuentros
afectivos: en toda relación la demostración de afecto pasa por
diferentes niveles. Desde los más intensos al inicio hasta los más
memorables en épocas avanzadas, pero la intensidad de la entrega es
siempre decisiva. Tanto los hombres como las mujeres conocen a sus
parejas y saben que algo está bien o no en el afecto que reciben del
otro. De modo que -si no existe otra explicación razonable como estrés,
problemas médicos, financieros, laborales o de comunicación- es
necesario considerar la infidelidad como causa de una disminución de
atención.
7) Cambios de humor: más arriba se mencionaron los cambios de
comportamiento, pero el cambio de humor adquiere una connotación
especial, ya que es lo que produce la llegada de un amante: una
sensación de placer que contrasta con la injusticia de esa práctica. En
el infiel, este mismo razonamiento es mirado como una situación
estresante, con un grado de impotencia y molestia hacia las decisiones
que está tomando, lo que le genera un estado alterado del humor.
8) Despreocupación por asuntos
familiares: cuando el infiel adquiere un momento de placer, suele
hacerse “adicto” a ese lapso fugaz de tiempo, tanto que sin darse cuenta
abandona mucho de lo que ha conseguido en años de convivencia. Esta
despreocupación no sólo es vista por la pareja, sino que también los
hijos se percatan de ello y son éstos quienes lo ponen de manifiesto.
9) Elementos sospechosos en sitios
propios de la pareja: es evidente que cuando se lleva cualquier tipo de
relación -como en todo evento humano-, ésta siempre deja huellas.
Algunas son poco perceptibles, como en el caso de los besos, pero otras
son evidenciables como facturas, tickets, recuerdos de lugares, prendas
pequeñas o cualquier tipo de elemento que no tiene razón de estar en un
lugar que es propio de la pareja. Su presencia implica que hubo un
encuentro con otra persona y el elemento hallado sugerirá la naturaleza
de la relación.
10) Recordar que son sólo sospechas: y
en esto va una recomendación, ya que a pesar de todo lo dicho, nada de
eso es patognomónico de una infidelidad, debido a que pueden confluir
dos o más de los motivos expuestos y no estar frente a una persona
infiel, sino a una que tiene múltiples problemas que no se relacionan
con terceros en discordia.
“Antes de tener que atar cientos de conjeturas y posibilidades, lo recomendable es que los profesionales se encarguen de este tipo de análisis. Ellos le brindarán una visión más objetiva de la realidad y sin que en ellos surja el sesgo del cariño o la duda. El compromiso será con la verdad y usted será la persona que, al final, tome la decisión que más le convenga”, finalizó el Dr. Paulo Cesar Morocho Escandon.
“Antes de tener que atar cientos de conjeturas y posibilidades, lo recomendable es que los profesionales se encarguen de este tipo de análisis. Ellos le brindarán una visión más objetiva de la realidad y sin que en ellos surja el sesgo del cariño o la duda. El compromiso será con la verdad y usted será la persona que, al final, tome la decisión que más le convenga”, finalizó el Dr. Paulo Cesar Morocho Escandon.
Fuente derf.com.ar
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