Estrategias para que ella alcance el orgasmo con tu apoyo.
El orgasmo es una experiencia placentera
para ambos sexos, sin embargo, hombres y mujeres difieren en la manera
de lograrlo. En general, para los hombres es fácil la consecución del
orgasmo. Es más, muchas veces viene demasiado rápido, en especial cuando
se es joven. Para la mayoría de las mujeres el orgasmo en pareja puede
ser elusivo y una meta difícil de alcanzar. La buena noticia es que
puedes ayudar a tu compañera a lograr un orgasmo.
Una gran diversidad de factores entran en
juego para que el orgasmo femenino se pueda detonar durante el
encuentro sexual. Por el contrario, el orgasmo masculino se suele
alcanzar fácilmente frotando el pene durante el sexo, aunque la pareja
no le resulte particularmente atractiva a un hombre.
Ejemplos de algunos de estos factores que
una gran mayoría de las mujeres necesita para alcanzar un orgasmo junto
a una pareja son:
- Una atmósfera romántica
- Una pareja por la que realmente sientan una atracción
- Sentirse deseadas y valoradas
- Estar libre de resentimientos y cualquier otra emoción negativa hacia la pareja
- Un lugar agradable y cómodo que cuente con suficiente privacidad
- Una pareja que sea hábil en el arte de besar y acariciar el cuerpo femenino
Es responsabilidad de cada mujer el
desarrollar su capacidad de ser orgásmica. Sin embargo, este aprendizaje
se facilitará muchísimo si ella cuenta con un amante comprensivo y
conocedor que esté dispuesto a ayudarla. Una de las cualidades a
destacar en el género masculino es el deseo de complacer a sus
compañeras sexualmente, una actitud que verdaderamente apreciamos y
agradecemos las mujeres.
A continuación hallarás las principales
estrategias para que tu compañera experimente maravillosos orgasmos
durante el sexo gracias a tu irreemplazable ayuda:
1. Crea una atmósfera romántica y sexy donde ella se sienta confiada
No hace falta que siempre la invites a
cenar ni que riegues pétalos de rosas sobre la cama, aunque si lo haces
verás resultados positivos. Será suficiente con que hayas creado una
atmósfera cariñosa desde la mañana y a lo largo del día, tal vez con
cortas llamadas telefónicas o mensajes de texto. Abrázala y bésala sin
que estos gestos de afecto impliquen siempre que estás deseando tener
sexo. Recuerda que para la mayoría de las mujeres los besos cargados de
erotismo son importantes y necesarios – una manera de sentirse
conectadas emocional y energéticamente a sus parejas – y no tan sólo un
preámbulo para el sexo. Mientras más conectada emocionalmente ella se
sienta contigo, más abrirá confiadamente su corazón y su cuerpo durante
la intimidad sexual contigo.
2. Variado juego sexual previo
Toda mujer necesita caricias preliminares
antes del sexo con penetración. Es la manera como su cuerpo funciona.
El juego sexual previo – caricias y besos por todo su cuerpo, sin
enfocarte en sus genitales por el momento – te permitirá ir calentando
las aguas femeninas, es decir, despertar su deseo y crear un nivel de
excitación lo suficientemente fuerte como para que ella ansíe la unión
sexual. Aquí no se trata de tocar “botones” específicos (como los senos)
de manera rutinaria y esperar que ella siempre reaccione favorablemente
al encuentro sexual. Las mujeres necesitan de cierta variedad y
creatividad, algo así como un juego de caricias que nunca debería
repetirse de igual manera. Hoy podrían ser caricias mientras ella se
ducha, mañana al momento de ver alguna película acurrucados en el sofá, y
tal vez otro día, caricias furtivas mientras caminan entre la belleza
natural de un parque. Todo este jugueteo erótico permanente te permitirá
conocer mejor sus reacciones y sentirte en confianza para acariciarla
de formas mucho más apasionadas e intensas al momento de hacer el amor.
3. Susurros y palabras tiernas, y otras más ardientes…
Las palabras tiernas y afectuosas son
especiales para que ella confíe en ti. Después que ella esté entregada a
tus brazos y si tienen una conexión establecida, con seguridad ella se
excitará mucho más si manifiestas tu propio deseo y placer mediante
sonidos un poco más apasionados. Prueba a decir palabras mucho más
ardientes y explícitas (lo que se suele llamar “hablar sucio”) durante
los momentos de mayor intensidad. Si la conoces bien, sabrás hasta qué
punto este tipo de lenguaje es efectivo para encender su deseo y cuando
se podría transformarse en algo vulgar que más bien lo apague por
completo.
4. Prueba distintos movimientos y ángulos mientras estimulas su clítoris.
Los estudios señalan que sólo un 30% de
las mujeres alcanza el orgasmo durante el coito sólo con la estimulación
del pene dentro de la vagina. Esto indica que la mayoría de las mujeres
necesita simultáneamente de estimulación en el
clítoris para lograr el orgasmo durante la relación sexual. Prueba
distintos movimientos y ángulos de penetración – y experimenta también
con distintas posiciones sexuales – que brinden un mejor contacto con el
clítoris. Sin embargo, la mejor manera de estimular el clítoris es
acariciándolo directamente con tus manos, o pidiéndole a tu compañera
que ella misma lo haga. Hazle sentir que es completamente normal que se
acaricie el clítoris durante el sexo, y halágala cuando su nivel de
placer vaya en aumento, sin que se sienta presionada a complacerte.
Los ajustes y variaciones en las
posiciones sexuales y en la profundidad de penetración te permitirán
estimular distintos puntos sensibles dentro de su vagina. Aunque tu
mujer no sea capaz de sentir mucho dentro de ella, con una buena dosis
de sensibilidad tuya, es posible que pueda llegar a percibir placer en
zonas antes ignoradas de su vagina, gracias a la acción amorosa y
dedicada de tu pene. Algunos de estas áreas son el punto G, en la pared
anterior de la vagina, y la zona más profunda de la vagina, cerca del
cuello del útero. Prueba a realizar cortas penetraciones cercanas a la
entrada de la vagina (para acariciar el punto G), luego penetra más y
lentamente llega hasta el fondo de ella. Allí, prueba a realizar cortas y
profundas penetraciones mientras la abrazas estrechamente y te conectas
emocionalmente con ella.
Varía la intensidad y rapidez de tus
movimientos, pero si notas que ella se excita particularmente con
alguno, no cambies y continúa con el mismo movimiento por un tiempo si
notas que su nivel de excitación va en aumento. Cambios abruptos podrían
hacer que la excitación que se ha ido acumulando descienda, en vez de
detonar un orgasmo. Todo esto puede parecer complicado – y a veces lo es
– por ello, mantén el espíritu de experimentación en todo momento y una
dosis de humor que contagie a tu compañera, para que estos recorridos
eróticos sean siempre placenteros, más allá de la meta de alcanzar un
orgasmo. Cada encuentro será siempre muy distinto al anterior, tienen la
magia de lo irrepetible…
Fuente about.com
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