Un especialista nos da
recursos para romper la rutina y sentir la misma pasión que el primer
día. Fantasías, lencería hot, juegos sexuales y mucha actitud.
1. El sexo también se
puede planificar, no siempre será espontáneo. Armá una escena erótica:
cambiá el lugar, el escenario, las luces, la música. Usá aceites para
masajes y lubricantes íntimos. Modificá la actitud, los ingredientes y
el vestuario.
2. Acariciá, abrazá, mimá a tu pareja y dejá que lo hagan con vos.
3. Pueden utilizar
material erótico para estimularse mutuamente: desde videos, fotos,
vibradores, dildos y otras ayudas sexuales. La lencería erótica puede
ser un buen estimulante. Internet o libros clásicos sobre erotismo,
también. Sigo siendo un cultor empedernido de la buena literatura: desde
el Kamasutra al Ananga Ranga, pasando por genios como Aretino, Chaucer,
Bocaccio y Ovidio hasta escritores como Annaïs Nin, Henry Miller, H. D. Lawrence o Erica Jong.
4. Combiná romance con
erotismo y pasión, para que el sexo se convierta alternativamente en
algo salvaje y romántico, suave o explosivo.
5. Cada tanto retomá un
diálogo sobre tus gustos y los de tu pareja. La vida cambia, los gustos
cambian. Aquella posición que más te gustaba, hoy no tanto. Es bueno que
tu pareja lo sepa y sepas lo que a él/ella le gusta: ahora y en esta
época de la vida. Cambia, todo cambia…
6. Tengan un día erótico
distinto para cada uno. Esa jornada estarás a su disposición para lo
que te pida. Serás un esclavo o una esclava en el amor, al menos por un
día. Si se entregan con confianza, luego serán recompensados cuando sea
su turno.
7. Disfruten de los masajes eróticos o relajantes, dando y recibiéndolos.
8. Regálense un baño de inmersión o una ducha juntos.
9. Gocen de los juegos sin la obligación de la penetración.
10. Dejale notas amorosas, envíale e-mails eróticos o pasionales.
11. Jugá a ser su visitante nocturno, su amante furtiva.
12. Sorprendé a tu
pareja con una cena afrodisíaca, con un buen vino, con manjares para
halagarla, presentados de manera erótica o romántica.
13. No olviden la
capacidad erotizante del gran olvidado en las parejas de muchos años: el
beso. Vivan una sesión prolongada de besos cortos, profundos, suaves,
apasionados, húmedos o secos, largos o breves.
14. Hagan el amor en
lugares diferentes, con música de fondo o en medio del silencio, con
inciensos, sahumerios o perfumes, con velas en la tenue oscuridad o bajo
intensa luz.
15. Hagan el amor
vestidos o semivestidos. Empiecen desnudos para luego ir incorporando
ropas. Se las pueden quitar o intercambiar. Ver a una mujer con una
camisa o la remera de varón, pegada al cuerpo puede ser muy estimulante;
si está un poco mojada tras salir de la ducha o del mar, mejor. Los
varones son más reticentes a intercambiar ropas con su pareja, pero a
muchos también les encanta.
16. Explicitá tu deseo.
Disfruta del sexo oral, de la estimulación manual, de los besos y de las
caricias en todo el cuerpo. Recorré los valles, las planicies, las
sierras y la selva húmeda.
17. Es bueno confiar en la pareja: entregarse plenamente, abrir la coraza y perderse en el otro.
18. Respetá a tu pareja, ensalzala día a día, sé gentil con é/ella, que bien dicen que lo cortés no quita lo valiente.
19. Aprendé a disfrutar
también de la vida sin tu pareja: de tus gustos, de tus hijos, de tus
amigos, de tu tiempo sagrado. Poder despegarse ayuda a volver a
encontrarse y a extrañar más al otro.
20. No saques a relucir
viejas deudas cuando estás hablando de algo amoroso o romántico. Dejá de
lado el viejo juego de “ahora te acordás, cuando aquella vez me
dijiste…”
21. Recordá que el
crecimiento de tu pareja puede redundar en un crecimiento para vos. No
trabes sus intentos de ser libre sexualmente y dejá atrás tus viejos
conceptos.
22. Aprendé de las
mujeres: de su sensibilidad, de su ternura, de sus conocimientos y de
sus gustos sexuales. No creas que los varones se las saben todas.
23. Aprendé de los varones: de sus virtudes, de sus formas de gozar e, incluso, de sus inseguridades.
24. Si sos mujer: date
permisos para conducir el acto sexual. Tratá de promover y buscar el
encuentro erótico, de pedirle lo que te gusta.
25. Si sos hombre: date permisos para entregarte a ella. Descubrí tu parte sensible, cariñosa y sensual.
26. No pienses que hay edades límites para el sexo: se puede disfrutar de él desde la adolescencia hasta el fin de la vida.
27. Dale alas a las
fantasías: suelen ser un eficaz ingrediente erótico y una manera de
evitar el aburrimiento y la monotonía. Recordemos a ese creador de
sueños que fue el escritor Ray Bradbury cuando decía que “hay que
inyectarse cada día con fantasías para no morir de realidad”.
28. Mantenete sexy, saludable y no te olvides de la higiene.
29. Levantá su
autoestima, que es una manera de levantar la tuya. “Seré el mejor hombre
de tu vida si tú eres la mejor mujer de mi vida”, cantaban The Bee
Gees.
30. Agreguen a esta
lista todos los ingredientes que se les ocurran: pueden darse el permiso
de ser creativos, imaginativos, sorprendentes, impredecibles, artistas
del erotismo, protagonistas de esa maravillosa obra que se llama
sexualidad.
Por el doctor Adrián Sapetti, médico
especialista en psiquiatría, psicoterapeuta y sexólogo. Es miembro de la
Academia Internacional de Sexología Médica (AISM) y miembro directivo
de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), entre otras
instituciones.
Fuente entremujeres
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