El clítoris es una poderosa zona erógena
de la mujer, capaz de detonar orgasmos intensos y focalizados en la zona
genital, similares a los orgasmos masculinos con eyaculación.
Esto se debe a que el clítoris y el pene
poseen el mismo origen embrionario, comenzando a diferenciarse los
genitales femeninos y masculinos a partir de la octava semana de
gestación. El pene y el clítoris se forman a partir del mismo tejido
eréctil, por eso, ambos se llenan de sangre y expanden durante la
excitación sexual.
Las caricias en el clítoris pueden o no
conducir al orgasmo, sin embargo, pueden producir mucho placer sensual y
llenar de erotismo el encuentro sexual. A continuación encontrarás
algunas sugerencias sobre cómo acariciar con sensual habilidad el
clítoris. Ella nunca olvidará estas caricias.
Qué posturas elegir
Elige posiciones que le permitan a tu
compañera estar en actitud receptiva, para que así ella se relaje y
entregue totalmente a la experiencia. Puede estar ella acostada sobre su
espalda y tú ubicado de forma paralela a su lado, acostado sobre tu
estómago. O bien, tú acostado boca arriba y ella sobre ti, con sus
genitales a la altura de tu cabeza. En ambos casos tendrás una hermosa
vista de ellos, abiertos y receptivos a tus caricias.
Toques y caricias con los dedos
El clítoris es muy sensible y su cabeza
contiene unas 8000 terminaciones nerviosas – más que el glande del pene –
concentradas en una zona mucho más pequeña. Por eso, nunca retires el
capuchón, porque cualquier caricia, por suave que sea, podría producir
mucho dolor en vez de placer en algunas mujeres.
Es una buena estrategia acariciar primero los alrededores de la cabeza del clítoris, haciendo los siguientes movimientos:
- Coloca tu dedo índice sobre el hueso púbico de tu compañera y deslízalo hacia el clítoris sin llegar a la cabeza. De esta manera estarás frotando el tallo del clítoris. Frota con firmeza y suavidad de arriba hacia abajo, y luego de abajo hacia arriba varias veces.
- Frota ahora ambos lados, entre el clítoris y los labios.
- Dibuja círculos a su alrededor, en un sentido y luego en el otro, para así ir despertando la energía sexual y la excitación.
- Presiona con tu mano la zona del clítoris y si esta caricia es bien recibida, presiona suavemente ahora sólo con tu pulgar, sin retirar el capuchón, como si estuvieras tocando el timbre varias veces. Esta sensación puede ser muy agradable para ella.
- Repite las mismas caricias anteriores, pero esta vez en vez de presionar con tu mano o dedo, realiza movimientos vibratorios. Si a ella le gusta esta caricia, permanece un poco más allí, estimulando otras zonas inexploradas del clítoris. Usa distintos dedos, así el efecto vibratorio tendrá variaciones y las sensaciones serán también distintas.
- Aprieta y hala el clítoris sin descorrer el capuchón.
- Imagina sobre el clítoris un reloj con manecillas. Con uno de tu dedo medio haz vibrar cada hora del reloj. El cuadrante arriba y a la izquierda (de ella), o sea, a las 2 horas, es el lugar donde sienten más placer la mayoría de las mujeres. Descubre el punto que lleva a tu compañera al éxtasis.
- Haz toques de plumas con tus dedos sobre la cabeza del clítoris, haciendo que el capuchón se descorra un poco con tus caricias. Intensifica este movimiento si notas que ella está sintiendo placer creciente.
- Frota con suaves caricias cortas arriba y abajo, y luego prueba con caricias circulares sobre el clítoris.
- Pídele a ella que te muestre otros movimientos que le resulten excitantes.
Luego puedes recurrir a las caricias como
toques de plumas sobre el clítoris. Puedes alternar estos toques con
caricias húmedas con tu pene y lengua.
Caricias con el pene
La punta del pene es suave, así que esta
caricia será más sutil que el contacto con la mano o dedos. De igual
manera, el toque sedoso y cálido que produce el pene ayudará a activar
la energía sexual en el clítoris. Realiza con tu pene movimientos
circulares, arriba y abajo, en espiral y otros que vayan surgiendo en el
momento. Haz que sea el protagonista de esta sesión de caricias
especiales para el clítoris. Puedes alternar las caricias con la
mano/dedos y las caricias con el pene.
Movimientos y caricias con la lengua
Acerca tu boca al clítoris y usa con
provocadora y húmeda sensualidad tu lengua. Primero, con la lengua algo
firme, pero con ternura y deseo, rodea el clítoris por sus costados, sin
retirar el capuchón, arriba y abajo y en círculos.
Una vez que tu compañera se haya
entregado a las delicias del placer y sepa que no harás ningún
movimiento brusco que le cause dolor, puedes ablandar tu lengua,
convertirla en una superficie húmeda y mullida, y así acariciar con
suavidad y sensualidad la cabeza del clítoris, levantando un poquito el
capuchón con la misma lengua.
Prueba a besar también con tus labios
húmedos y cálidos toda la zona del clítoris y sus alrededores, mientras
rodeas sus caderas con tus manos.
Haz distintos toques y caricias con tu
lengua sobre el clítoris, en función de las reacciones de tu pareja. Si
algo le gusta mucho quédate unos minutos allí, nunca te apresures y
hazle sentir que estás disfrutando tanto como ella. Alterna caricias con
los dedos y con tu lengua, eso crea variedad e introduce el elemento
sorpresa, que siempre es muy excitante. Si gracias a esta sesión de
caricias ella alcanza el orgasmo, será una experiencia maravillosa para
ambos. Y si no llega a ese punto, con toda seguridad se habrá dejado
llevar en las olas del placer contigo.
Fuente about.com
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