Las novelas de la saga 50 sombras de Grey no solo han creado todo un fenómeno literario.
También han despertado en mucha gente un
una curiosidad que nunca antes se hubieran planteado: ¿y si nos
atrevemos con el sadomaso? Esta práctica, junto con el bondage, son
habituales en estos libros, y también en la vida real. Pero no por muy
curioso que se sienta el lector se debe lanzar de lleno a probarlas
alegremente; el desconocimiento y la falta de pericia pueden tener
consecuencias nefastas. Y no por muy sencillo que parezca todo para Grey
y compañía debemos olvidar que se trata de ficción, por lo que la
fantasía y la imaginación también aderezan esas sesiones de sexo.
Como toda nueva experiencia, entraña
algunos riesgos. Recordemos que se trata de actividades que implican
sumisión y experimentación con el dolor (el sentir dolor genera
endorfinas por lo que, si se combina con el placer, la combinación puede
ser explosiva) con lo que si no tenemos unas nociones básicas lo que es
un juego divertido puede terminar como un completo desastre.
Con estos 10 consejos encontrarás un decálogo soft para principiantes en el mundo del bondage/sadomaso (BDSM).
1. No te lances al BDSM con alguien que
acabas de conocer. Si hay algo que requiere esta práctica es confianza
para sentirse cómodo y poder decir sin timidez hasta dónde quieres
llegar. Por muy experta que parezca la otra persona, procura iniciarte
en este mundo con alguien con quien hayas mantenido algún tipo de
relación previa.
2. Empieza de forma gradual. Es decir, en
tu primera sesión de BDSM no hace falta que que te pongas un traje de
látex y azotes en el trasero a tu pareja hasta la extenuación. Puedes
empezar, por ejemplo, con pequeños azotes, pellizcos, suaves mordiscos o
tirones de pelo para ver cómo reacciona tu compañero. Como afirman Em y
Lo, autoras del libro 150 Shades of play: a beginner’s guide to kink y conscientes de los riesgos que corren muchos fans de Grey al intentar emularle a lo loco, “cuando
se trata de dolor y juego hay también muchos asuntos de seguridad en
juego. Pero no todo surge de manera natural, hay una curva de
aprendizaje“.
3. Utiliza herramientas y utensilios de
los que sea fácil deshacerse. Como en el punto anterior, no es necesario
empezar con un látigo de dominatrix. Para un principiante en bondaje,
por ejemplo, se recomiendan ligaduras que se puedan romper como cadenas
muy finas, cintas de papel. También que no hagan demasiado daño como las
esposas forradas de peluche.
4. Acordad una palabra segura. Antes de
empezar el juego es muy importante crear una contraseña, una palabra
fácil de recordar y sobre la cual estéis los dos de acuerdo. ¿Para qué?
Para detener la práctica siempre que uno de los dos lo desee. Es como
una contraseña que significa ‘no quiero más’ y que el otro deberá
respetar sin pensárselo.
6. No te vayas a un sitio recóndito a
tener tu primera experiencia BDSM. Por muy romántico y excitante que te
parezca esa cabaña desierta, no es el lugar adecuado para debutar en
estas prácticas. Mejor un sitio de fácil acceso por si cualquier cosa
saliera mal y se necesitase algún tipo de ayuda.
7. Siempre al lado de tu compañero. El
sujeto activo del bondage no dejará atado a su pareja y se marchará
dejándole solo. Esto puede ser peligroso en caso de que se quisiera
desatar y no pudiera. Además, ¿qué tiene de excitante dejar a alguien
inmovilizado y marcharte?
8. Nada de drogas ni alcohol. Cualquier
estimulante puede resultar bastante dañino cuando no se es un experto en
BDSM: la euforia te puede llevar a sobrepasarte o a no controlar tus
propios límites, es más fácil perder el control… Además, se disfruta
mucho más del sexo en un estado sobrio.
9. Seguridad extra. Que no falten en tu
sesión BDSM preservativos y lubricante. ¿O acaso pensabas que con cuatro
azotes lo tenías todo hecho? No solo sigue siendo importantísimo
prevenir las enfermedades de transmisión sexual sino que un extra de
lubricación puede ser necesario cuando se está experimentando con una
práctica que no se conoce bien.
10. No te dejes presionar. No es no. Si
tu compañero intenta manipularte para llegar más allá y a ti no te
apetece, por mucho que te prometa que te va a encantar tu negativa es lo
que cuenta. Que nadie te presione para una práctica de riesgo como
ésta; tú tienes que tener siempre la última palabra sobre hasta dónde
llegar.
Fuente: glamour.es
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