La pornografía, como tantas cosas en la
vida, es objeto de muchas discusiones. Desde esos a los que no les gusta
en absoluto hasta aquellos que están obsesionados, hay una gran
variedad de opiniones y gustos. Pero quizá estas opiniones están
condicionadas por el tipo de porno que se haya visto. Os preguntaréis: “¿Hay
diversos tipos de porno?” Pues casi tantos como personas. Hoy voy a
relatar la evolución de la pornografía y de posibles alternativas al
porno convencional. Quizá descubras que te gusta después de todo.
Breve historia de la pornografía
Se podría decir que la pornografía es
casi tan antigua como el ser humano. Ya en el Paleolítico había figuras
de desnudos humanos con los atributos exagerados (principalmente pene en
los hombres y pecho en las mujeres). En la Antigua Grecia podemos
encontrar muchas esculturas de desnudos, vasijas que representaban
relaciones sexuales, etcétera. Tampoco podemos olvidarnos de las
culturas orientales, donde se cultivó el arte amatorio; se cree que el Kamasutra lo escribió Vatsyayana allá por el siglo I a.C.
A partir de aquí el erotismo y la
pornografía fueron aumentando con los inventos del hombre. Desde la
imprenta a la fotografía, y después al cine. Y es aquí, con la llegada del séptimo arte, cuando la pornografía dio el gran salto. Aunque no sería hasta los años setenta cuando empezara a producirse en masa y se creara, como tal, el género pornográfico.
El porno para hombres
Desde entonces, la pornografía se caracterizó por dirigirse a su principal consumidor, el hombre. Esto nos lleva a descubrir que todo lo que se mos
traba estaba hecho por y para el hombre. Por supuesto, esto tuvo mucho éxito ya que la sexualidad del hombre se ensalzaba en todos los círculos de un modo u otro. Pero también tenía su fecha de caducidad. Con la llegada de internet, ha proliferado mucho la producción de cintas porno y, con ello, ha bajado mucho la calidad. Se produce en masa sin apenas preocupación por la calidad de lo que se ofrece.
traba estaba hecho por y para el hombre. Por supuesto, esto tuvo mucho éxito ya que la sexualidad del hombre se ensalzaba en todos los círculos de un modo u otro. Pero también tenía su fecha de caducidad. Con la llegada de internet, ha proliferado mucho la producción de cintas porno y, con ello, ha bajado mucho la calidad. Se produce en masa sin apenas preocupación por la calidad de lo que se ofrece.
Erika Lust, directora de cine X destinado a mujeres, resume en su libro Pornografía para mujeres (2008), los elementos principales de estas películas destinadas a los hombres (cito textualmente):
- Mamada hasta el fondo de la garganta.
- Mansiones de lujo.
- Mafiosos, traficantes, espías, militares, carceleros…
- Putas rubias, ninfómanas, lesbianas que follan con tíos, agentes secretas asesinas, adolescentes salidas…
- Coches deportivos, motos acuáticas, helicópteros, jets privados…
- Las tías siempre están dispuestas.
- Las mujeres violadas en el fondo disfrutan.
- Medias de rejilla, minifalda de puta, top minúsculo, zapatos imposibles con tacón y plataforma…
La era de internet
Hoy día existen miles de portales en
internet donde poder encontrar vídeos pornográficos de manera gratuita
(por lo general, si quieres la película completa tienes que pagar por
ello o acudir a un sex shop y comprar un DVD). El
peligro de la pornografía gratuita, como ya he dicho, es que la calidad
se ve reducida drásticamente. Pero está destinada a un público muy
claro: si quieres masturbarte rápido, con un estímulo muy sexual, este
es tu tipo. Basta con teclear en un buscador cualquiera “porno” o “porn” y ahí las tenéis. Si queréis buscar algo más concreto, teclea las palabras clave (felación o blowjob, anal, strap on, bukkake, orgía u orgy, etcétera) y lo encontrarás.
Sin
embargo, el hecho de que se produzcan en masa y que se hayan
homogeneizado ha forzado a los directores a llevar al extremo sus
películas para marcar la diferencia. ¿A qué me refiero con esto? Pues a
que se ha optado por el “todo vale”.
Y aunque haya gente a la que le gusten cosas de lo más variadas, no es
representativo de la población general ni de la sexualidad convencional,
trastocando así la visión que tienen ciertas personas sobre el sexo.
Todos los hombres tienen un pene enorme, a
todas las mujeres les cabe de todo, no importa si te duele o no, no
importan las consecuencias físicas que pueda tener un fisting
(meter el puño por el ano o la vagina), las violaciones se disfrutan…
Todo vale. ¿Y qué pasa con los consumidores de esta pornografía? Que
luego no se ven reflejados. Y de ahí derivan muchos problemas sexuales.
El porno para mujeres: desafiando los conceptos
Desde hace unos pocos años, las mujeres se han levantado para protestar. ¿Por
qué ellas también tienen que consumir un porno destinado a hombres
donde no se ven reflejadas? Las mujeres también ven porno, y les gusta,
pero quieren algo más. Y muchos hombres, de hecho, también están
cansados del porno tradicional.
Cambiamos
hombres y mujeres despampanantes por hombres y mujeres “reales”, es
decir, como cualquiera de nosotros. Cambiamos situaciones irreales de
mafiosos por situaciones tan reales como un encuentro casual en un bar.
Cambiamos felación, penetración interminable y corrida fuera por sexo
oral a la mujer, practicas sexuales diversas y orgasmo femenino y
masculino sin necesidad de ser a la vez. ¿Esto te suena más a una
relación como las que tú pudieras tener? De eso se trata. Si esto te
atrae más, ahí van algunas sugerencias:
- Filmografía de Candida Royalle: fue la pionera de las películas dirigidas por y para mujeres, y sus primeras películas se remontan a los ochenta, pero aún sigue dirigiendo. Aquí puedes ver su catálogo. Sus películas querían incluir una visión femenina, mostrando también el placer de la mujer.
- Las películas de Erika Lust se basan en los fundamentos anteriores. Su cinta 5 historias para ellas (2007) tiene sexo lésbico, sexo heterosexual, un trío de una mujer y dos hombres, algo de BDSM (bondage y sadomasoquismo) y sexo gay (sí, a las mujeres también nos puede gustar el sexo gay; y a hombres heterosexuales, ¿por qué no?). Un vídeo variado, para todos los gustos, con una estética cuidada y de buen gusto. Si quieres ver qué más películas tiene, visita su web.
- Joybear Pictures es una productora inglesa dirigida por Justin Ribeiro dos Santos que se dedica a películas dirigidas a mujeres y parejas. Visita su web y descubre qué películas te ofrecen.
- Julia Ostertag traspasa los límites entre género e identidad, jugando con la ambigüedad y lo queer. SexJunkie, su película más conocida, tuvo gran éxito en algunos festivales alternativos. Más información aquí.
- La película de Mia Engberg Dirty Diaries (2009) es un paso más allá en el porno feminista, por lo que si eres primerizo, te aconsejo empezar por otras películas menos “alternativas”. El trailer aquí.
- Si lo que te va son los piercings y los tattoos, no debes dejar pasar de largo esta página, Burning Angel.
- En cuanto a sexo gay, Bruce LaBruce se dedica al porno gay underground. ¿Te apetece un cambio? ¿Te va el rollo alternativo? Aquí puedes ver de qué va.
- Si te interesa el sexo lésbico y el ambiente fetichista y sadomasoquista, Maria Beatty es tu mujer. Descúbrelo aquí.
Estas son sólo algunas de las propuestas
sobre porno feminista que puedes encontrar, pero hay muchísimas más.
¿Con cuál te quedas? ¿Alguna sugerencia más?
Aida Castaño Torrijos
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